Marc Márquez, vigente campeón del mundo de MotoGP y con seis títulos mundiales de velocidad en su palmarés, cuatro de ellos en la categoría reina, aseguró ayer en Madrid en un acto organizado por Estrella Galicia que la clave de esta temporada fue "ser fuerte de coco" en un año "tenso" en el que remontó un mal inicio para ganar el campeonato.

El piloto de Cervera (Lleida), el segundo más laureado del motociclismo español sólo por detrás de los 12+1 campeonatos del fallecido Ángel Nieto aseguró que su ambición por ganar "no tiene límites", que si se hubiera caído en Cheste (Valencia), cuando se salvó de irse al suelo con el codo izquierdo, se hubiera "tirado de los pelos unos años" y afirmó que, de cara a las renovaciones de contratos que se avecinan en el año 2018, para él su actual marca, la japonesa Honda, siempre tendrá "la prioridad" ante cualquier otra.