Rota ha quedado en Oviedo la racha de tres victorias consecutivas del Leyma Coruña. El equipo de Gustavo Aranzana perdió frente al Unión Financiera 80-71 permitiendo que la maldición de Pumarín continúe una temporada más. El equipo coruñés nunca ha sido capaz de ganar en la pista ovetense, y en esta ocasión tampoco, aunque un inicio de 10-0 para los naranjas hizo temblar a más de un aficionado asturiano. Sin embargo, desde el inicio del segundo cuarto el Leyma fue a remolque y a veces como pollo sin cabeza, algo que aprovechó Oviedo para ir poniendo tierra de por medio en el marcador. El equipo local llegó a tener catorce puntos a su favor en el último cuarto y ahí los coruñeses no fueron capaces de hacer nada por arreglar el desaguisado.

El encuentro empezó con un Oviedo perdido encajando un 0-10 en los primeros tres minutos y 11-24 casi al final del primer parcial. El segundo cuarto fue para los locales, quienes no sólo neutralizaron la diferencia coruñesa, sino que además llegaron al descanso por delante.

Después de acabar la primera mitad 32-31, el partido se presentaba apasionante en los veinte minutos que restaban pero el despiste y la pájara coruñesa dejaron la calle libre a los asturianos.

En el tercer cuarto, Oviedo fue aumentando su ventaja poco a poco con un triple al inicio y varias jugadas acertadísimas de sus bases que conseguían canasta y tiro adicional en sus penetraciones en la pintura naranja.

El conjunto coruñés entró en los últimos diez minutos con seis puntos de desventaja y malas sensaciones. La floja defensa, una mala elección de tiro y la quinta personal de Gilling con casi ocho minutos por delante penalizaron a un equipo que no estuvo acertado sobre el parqué de Pumarín. El Leyma fue muy irregular y blando en Oviedo, una cancha en la que los despistes se pagan con la derrota.