En 2009 Andrés Iniesta dejó helado Stamford Bridge con su gol decisivo en semifinales de la Liga de Campeones contra el Chelsea y el martes vuelve al lugar del crimen dispuesto a imponer su fútbol en la ida de octavos de la competición continental.

Todo el fútbol europeo recuerda aquella vuelta de semis, en mayo de 2009 en Londres, en la que Iniesta, con un disparo seco logró in extremis la clasificación para la final (0-0, 1-1), que el Barça ganó después ante el Manchester United.

Este magnífico gol, todavía conocido como el Iniestazo mató a un Chelsea dominador pero lastrado por el arbitraje, lo que llevó al entonces entrenador de los blues Guus Hiddink a afirmar que les habían "robado".

"Fue un golazo. El destino quiso que el balón entrara. A título personal es uno de los mejores momentos que he vivido deportivamente", explicó Iniesta este fin de semana a la televisión Barça TV.

Tres años más tarde, otra vez en semifinales, la revancha fue favorable al Chelsea (1-0, 2-2). Y ahora llega una nueva edición de este duelo hispano-británico en octavos de final para ver qué equipo pasará a la siguiente fase: El vencedor de la edición 2012 o el club catalán, cinco veces campeón de Europa, que busca sus undécimos cuartos de final consecutivos.

El Barcelona, sólido líder de LaLiga, llega a este partido seguro de sí mismo, pese a una trabajada victoria el sábado en Eibar (2-0), mientras el Chelsea de Antonio Conte, 4º en la Premier League, atraviesa un momento turbulento.

Pero, en Stamford Bridge y en la Champions nunca se puede saber qué va a ocurrir, sobre todo al recordar que Hazard estuvo impresionante en la fase de grupos ante el Atlético (2-1, 1-1).

Por el lado barcelonista, Coutinho (fichado del Liverpool) no podrá jugar, ya que disputó partidos de esta competición con el equipo inglés antes de su traspaso.

Mientras que el otro fichaje estrella, Ousmane Dembélé, que no acaba de adaptarse al juego azulgrana, debería ver el inicio del partido desde el banquillo.

En esta situación, de nuevo, el juego ofensivo del Barça reposará sobre Lionel Messi, asistido por Luis Suárez. Pero, a sus 33 años, Iniesta sigue siendo el imprescindible director de orquesta de este Barcelona. "Nos aporta mucha control de juego y en cierta medida el estilo del equipo es estilo de el y del Barca de siempre", dijo su técnico, Ernesto Valverde.

A pesar de que Coutinho fue fichado para permitir respirar un poco a Iniesta, muscularmente frágil, el centrocampista español es tan importante que el club le ofreció en octubre un contrato "de por vida".

Y Valverde se vio obligado a desmentir los rumores sobre una posible salida hacia China de su capitán, que será crucial en Stamford Bridge. "La eliminatoria será dura y exigente y nos marcará. Tendremos que hacer dos partidos casi perfectos", aseguró Iniesta.

Formado en el Barça, con cuyo primer equipo debutó con 18 años, cuatro veces campeón de la 'Champions', el tímido centrocampista ofensivo lo ha ganado todo con su club y con la selección española.

El hombre del gol que dio el Mundial 2010 a España ha dejado entrever que Rusia 2018 podría ser última gran competición con la selección. Y mientras, tiene la posibilidad de lograr un nuevo triplete Liga-Copa-Champions con el Barça, como en 2015... y como en 2009, el año del Iniestazo.

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