Marc Márquez busca mantener su dominio y abrir aún más la brecha con sus perseguidores en el Mundial de MotoGP en la visita al circuito de Mugello, escenario de un Gran Premio de Italia donde no será bien recibido. El de Cervera ya tuvo que vivir un ambiente caldeado en 2016, unos meses después de su incidente con Valentino Rossi al final de la temporada anterior en Sepang y que le costó el título al ídolo de los tifosi.

Ahora, el catalán sabe que volverá a tener un recibimiento poco amable de los aficionados de Il Dottore por lo sucedido en abril en Termas de Río Hondo (Argentina), donde el nueve veces campeón del mundo se fue al suelo tras un toque con la Honda de su rival, posteriormente sancionado y al que el de Urbino criticó con dureza llegando a decir que le daba "miedo" correr con él en pista.