El nuevo entrenador del Espanyol, Joan Francesc Ferrer, Rubi, aseguró ayer en su presentación tras firmar hasta 2020 que intentará que su equipo juegue con "valentía" además de con "ambición", en un híbrido entre la solidez defensiva y el jugar sin complejos al ataque, en un proyecto que es un "sueño" cumplido para él tras entrenar hace diez años al filial espanyolista.

"El planteamiento deportivo se puede definir con una palabra: valentía. Así intentaré que juegue el primer equipo del Espanyol, luego habrá que trabajar la pelota parada, situaciones complicadas, pero la idea será ser un equipo valiente", manifestó en rueda de prensa.

También quiere defender bien pero ser alegre en ataque. "El Espanyol se ha caracterizado los dos últimos años por ser ordenado, difícil de hacerle gol, defensivamente de nota altísima. Y es el binomio que quiero conseguir; ser un equipo serio que no regala nada, y prefiero ganar 3-0 pero no le haré ascos a un 1-0 el día que no pueda lograr tres goles", explicó.

Rubi aseguró que se dejará el alma con una "implicación y esfuerzo máximo" para gustar al espanyolismo. "Intentaremos que la gente se identifique con la manera de jugar de este Espanyol. Habrá ambición por ir al máximo pero primero tenemos que hacer creer a la gente en lo que hacemos. Y luego ir a buscar un punto más siempre", aseguró. "Noto que la gente está ilusionada con nuestra llegada, socios y aficionados, y nos llena de orgullo sentirnos queridos antes de que ruede la pelota", añadió.