Javier Bardanca ya planifica su décima temporada en el Silva. El técnico, un preparador en el que pensó el Dépor para su filial cuando Munúa suplió a Cristóbal, desentraña la filosofía de un club humilde, el mal final de temporada, la vida a la sombra del Dépor y la potente Tercera que espera en otoño.

- ¿Qué sensación le deja la campaña que ya terminó?

-Agridulce. Hicimos una muy buena primera vuelta y una segunda que dejamos pasar con más pena que gloria. Quizás fue por relajación y falta de competitividad.

- Pero el objetivo no iba más allá de la permanencia...

-Claro que no. El Silva es un equipo de barrio. Si puede llegar a algo, mejor. Pero si no, al menos no sufrir. Fuimos la revelación de la primera vuelta y esos pensamientos y la política de club nos hicieron tirar por la borda un buen trabajo por dejadez. Fuimos todos los que no nos convencimos de que podíamos llegar a la promoción. Ahí puedo entonar el mea culpa.

- ¿Ya planifican?

-Claro. Hacemos contratos año a año. Una vez que acaba la liga nos reunimos y se les dice si quieren seguir o no. Hay muchos que buscan otros equipos y hay otros que prefieren esperar, pero tenemos la suerte de que la mayoría se quieren quedar.

- ¿Hay alguna baja?

-Aunque ya lo sabíamos y habían sido dos regalos, seguramente Cañi y Diego no sigan al haber varios equipos interesados. Sé que han recibido varias llamadas y seguramente se irán porque, primero, ya no viven en A Coruña y por eso los podíamos tener y, después, porque buscan unas cuotas más altas.

- ¿Le ayuda estar cerca de todo el excedente de Abegondo?

-El Dépor, con el convenio de filialidad con el Laracha, si tiene dudas con los juveniles, los pone a competir un año allí. Ese detalle nos recorta el mercado. De ahí que muchas veces vayamos a la ayuda de los inversores brasileños que quieren que se vean sus jugadores. El año pasado tuvimos a cinco y no seguirán, salvo uno que se ha quedado a vivir aquí como João. Vendrán dos, tres o cuatro.

- A la espera de lo que ocurra con el Compos y el Racing en el play off de ascenso, el Laracha está en Preferente. ¿Cree que en este contexto podrían obtener algún préstamo del Dépor?

-Ojalá que el Laracha se mantenga en Tercera, eso antes que nada. Nosotros nunca podríamos llegar a un acuerdo con el Dépor como el que tiene con el Laracha. Es una filialidad a la que nosotros no podíamos llegar. Estábamos dispuestos a tener a algún cedido, como ya ocurrió con Miguel o Hugo Díaz, y mira qué bien les vino. Lo que no podemos es dejar de manejar el equipo y perder la identidad del Silva, que es lo que nos distingue ahora mismo. Somos un club modesto de A Coruña, una familia, y no vamos ni a echar jugadores ni a cambiar todo el organigrama para favorecer a otro conjunto de superior categoría. Respeto cualquier acuerdo al que hayan llegado otros equipos, pero nosotros no podíamos entrar en ese tipo de tratos.

- ¿Cómo se vive a la sombra de un gigante como el Dépor?

-Con el lógico protagonismo que tiene, el Silva pasea el nombre de A Coruña y quizás no tenemos la consideración que debería tener un equipo coruñés que compite en categoría nacional. A lo mejor podían ayudarnos algo más y no solo a nivel de entrenamientos, sino las empresas o con algún patrocinio que le vendría bien a la directiva para estar más holgada.

- ¿Por qué el Silva no arriesga para llegar a Segunda B?

-Este no es un club profesional. Todos tenemos un trabajo, hay otros que estudian. El que viene al Silva sabe que no viene a ganar dinero, viene a un proyecto de Tercera, del que todos podemos disfrutar.

- ¿Por qué Vigo tiene dos equipos en 2ªB y A Coruña, ninguno?

-Los campos del Rápido y el Coruxo son propios y con un montón de publicidad de empresas, además de del Concello y de la Diputación. Tienen una base muy buena de equipos de categorías inferiores. Nosotros no podemos compararnos porque estamos a años luz de ellos en ingresos.

- ¿Qué Tercera División espera para la próxima temporada?

-Bastante más fuerte, aunque no sabemos qué ocurrirá con el Compos, el Racing Vilalbés y el Cerceda. Imagino que el Bergantiños se reforzará mucho y el Somozas ya mira cómo están fichando. El Arousa lo mismo. Todos los equipos ahora quieren pegar ese salto a Segunda B y va a ser muy complicado mantenerse.

- La próxima será su décima temporada en el banquillo de Silva. ¿Quién se lo iba a decir cuando llegó?

-Todo lo que me ha pasado ha sido una sorpresa agradable. He ganado amigos, sobre todo, en la directiva y en la gente que está ayudando, que está alrededor del Silva. Más que un club, es una familia que nos juntamos para disputar unos partidos de fútbol. El ambiente que rodea a este equipo es distinto a los que estuve anteriormente.

- Ni tampoco la evolución de la entidad a todos los niveles...

-Claro que no, para nada. La mano ahí de la directiva ha sido impresionante. El cambio de este club, año a año, y los pasos firmes que va dando hacia adelante... Al final no sabes el límite dónde se va a poner, pero asusta. Asusta verlo hace diez años en Segunda Regional y verlo ahora en Tercera.

- Incluso le quiso el Dépor para suplir a Cristóbal en el Fabril cuando llegó Munúa...

-Sí, pero yo no soy un profesional del fútbol. Tengo mi trabajo y no puedo dedicarme enteramente por desgracia. Y en el Silva estoy encantado porque puedes compaginar el trabajo con esa actividad al poner los entrenamientos a las nueve de la noche. Esa facilidad que me da este club no la voy a tener en ningún lado. Y tengo la suerte de vivir en O Ventorrillo, a cinco minutos de A Grela. Es una comodidad que nunca he tenido. Yo, por mí, como si me hacen contrato vitalicio.

- Pero le halaga, ¿no?

-Sí, había oído que había surgido esa posibilidad. Siempre es bueno que piensen en ti. Quien niegue eso, mentiría, pero ahora mismo con la dedicación profesional que tengo es imposible que entrene en un equipo de superior categoría.

- ¿Vuelve a ser la Copa Federación un objetivo?

-Al principio, como te enfrentas a equipos de Segunda B en Galicia, lo que quieres es ir compitiendo y pasando porque va muy bien para la pretemporada. La aventura fue muy buena con el Langreo, ir a Asturias a representar a Galicia. Y lógicamente nos gustaría volver a vivirlo, aunque es posible que lo pagues un poco físicamente durante la temporada y que debas disponer de una plantilla grande para las dos competiciones. Al final, lo que quedan son buenos recuerdos y por qué no intentar repetirlo.