Rafa Nadal acude a una nueva cita con la gloria en la pista Philippe Chatrier de Roland Garros, donde busca el undécimo Grand Slam francés y el 17 de su palmarés ante un Dominic Thiem novato en estas lides pero que tiene la fórmula para ganar al número uno.

La leyenda de París, el hombre de las diez Copas de los Mosqueteros, defiende su corona y su pleno cada vez que ha jugado el último partido de la central parisina. El rey de la tierra juega en casa en esa Philippe Chatrier, donde ha amasado gran parte de un 85-2, esa inimitable relación de victorias-derrotas.

El de Manacor cedió un solo set en su camino a la final, ante Diego Schwartzman en cuartos. Un partido que puso a prueba el mejor arma de Nadal, su cabeza. Una mentalidad capaz de salir al paso de cualquier momento de dificultad, más si es en un partido a cinco sets en Roland Garros. El balear se siente a refugio y encuentra soluciones para todo como en semifinales ante Juan Martín del Potro.

Al argentino le desquició con una gran defensa y después martilleó y desgastó a su rival. Nadal respondió a su favoritismo, el que le presuponía hace dos semanas en la final, por trayectoria en París y estado de forma esta temporada. Un año que comenzó tarde, por culpa de una lesión muscular que le hizo retirarse del Abierto de Australia y le mantuvo en blanco hasta abril.

La gira de tierra devolvió a Nadal a las pistas y lo hizo devorando el tiempo perdido. Montecarlo, Barcelona y Roma cayeron del lado del manacorí, para llegar lanzando al Grand Slam en el que ha forjado su leyenda. Después de poner el 11 en el Principado y en la Ciudad Condal, el undécimo en un grande no tiene parangón en la era moderna, solo en Margaret Court hace casi 50 años en Melbourne.

Son números e historia a los que desafía Dominic Thiem, el tenista llamado a suceder a los viejos rockeros, con especial predilección por la tierra de Nadal, sobre la que ha ganando 8 de sus 10 torneos. El austriaco se desquitó de las dos semifinales perdidas en París, la pasada ante Nadal, para estar en su primera final de Grand Slam. El último escalón que escoge a los elegidos del deporte.

El número ocho del mundo dice tener la fórmula para ganar a Nadal, a pesar del 6-3 en contra en duelos directos. Y es que Thiem es el único que ha sido capaz de ganar al balear en tierra en los dos últimos años, el pasado en Roma y hace un mes en Madrid. Un clásico actual que vivirá su séptimo capítulo en el último año y que puede escenificar un relevo o terminar con el enésimo mordisco de Nadal.

Halep, a la tercera va la vencida

Después de dos finales perdidas en París (2014 y 2017), la rumana Simona Halep se coronó en París por primera vez, y logró además su primer Grand Slam, al derrotar ayer a la estadounidense Sloane Stephens por 3-6, 6-4 y 6-1.

La número 1 del mundo Simona Halep, que había perdido sus dos finales anteriores de Roland Garros y la del Abierto de Australia de este año, infligió a Stephens, ganadora del último Abierto de Estados Unidos, su primera derrota en las siete finales disputadas por la estadounidense. Halep había perdido seis de sus siete finales disputadas, con la única excepción del torneo de Shenzhen, en enero.