El Valladolid culminó ayer su ascenso a LaLiga Santander, a pesar de empatar en casa por 1-1 contra el CD Numancia y haciendo valer de esta manera la amplia renta del 0-3 conseguida el pasado miércoles durante el partido de ida, que se disputó en el estadio de Los Pajaritos de Soria.

Así, el equipo vallisoletano retornará cuatro años después a la Primera División. Y lo hará al haberse mostrado muy efectivo en las labores ofensivas a domicilio y también bastante sólido en el estadio José Zorrilla durante este definitivo play-off de la Liga 1/2/3.

Tras eliminar al Sporting de Gijón (victorias por 3-1 como local y 1-2 como visitante), su última víctima fue un Numancia noqueado en la ida de esta finalísima por el ascenso al encajar ese 0-3 con goles de Kiko Olivas, Pablo Hervías y Óscar Plano. Esos tres hombres han sido importantes a la hora de ayudar al delantero Jaime Mata, artífice de este éxito a tenor de sus 35 goles totales en este curso.

Precisamente fue Mata quien enjuagó la fiesta del Valladolid este sábado, marcando el gol de la igualada en el tiempo añadido de la segunda parte; el atacante nacido en Madrid evitó con ello una derrota por 0-1 delante de su público, algo que por otro lado habría sido inerte, y neutralizando el tanto de Manu del Moral en el minuto 87.

El delantero visitante abrió el marcador con un derechazo dentro del área rival, tras un barullo provocado por un mal despeje de cabeza de la defensa pucelana. Esa diana apenas inquietó al Valladolid, y eso que el propio Del Moral ya había avisado un cuarto de hora con otra ocasión; su remate de cabeza a la salida de un córner, que se marchó por encima de la portería ocupada por Jordi Masip, fue el preludio del indolente 0-1.

Mata estableció el empate final, casi con el tiempo cumplido, gracias a una buena jugada individual; regateó a su defensor y conectó un zapatazo con el pie derecho que se coló con fuerza cerca de la escuadra en el arco defendido por Aitor Fernández. Fue su gol número 35, el más feliz para un estadio José Zorrilla que después festejó el ascenso a lo grande con gritos de "Pucela es de Primera!".

Al final, el técnico del Valladolid, Sergio González, compareció en la sala de prensa de Zorrilla "en estado de shock", al haber podido "vivir un sueño", como es el lograr el ascenso a Primera con su equipo, que considera que el fútbol les "debía" a él y a su ayudante en el equipo, Diego Rivera.

Con una amplia sonrisa y visiblemente emocionado, Sergio -exfutbolista del Deportivo- quiso agradecer "el gran trabajo" realizado por los jugadores, "tanto los que han jugado más, como los que han jugado menos o los que no han podido jugar", porque el ascenso "ha sido algo que se ha conseguido entre todos".

El entrenador del conjunto blanquivioleta, reconoció que al equipo "le costó entrar en el partido", porque "había mucha responsabilidad" y, aunque parecía que ya "estaban en Primera", tras el 0-3 logrado en Soria, "había que jugar el partido" y tratar de estar "lo más centrados posible".

De todo lo vivido, González se queda con que "el equipo ha ascendido", y alabó la actitud de los jugadores durante los últimos meses y, sobre todo, en la fase de ascenso, y también la de la afición, que ha llenado el estadio José Zorrilla y empujado al equipo a conseguir el ansiado ascenso.

Aunque la transformación de la plantilla blanquivioleta se produjo tras su llegada, el pasado mes de abril, González aseguró que "son los futbolistas los que han hecho esto posible", porque "es un grupo muy bueno" con el que tuvo "una gran conexión desde el principio" y que "han dado todo".

Sergio, que seguirá al frente del Valladolid la próxima temporada, reconoció que "no" ha pensado en ella, ya en Primera, porque aun estaba en "estado de shock", al lograr un ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional, que le permite "vivir algo muy bonito" que quiere "disfrutar".