El sorteo fue así de caprichoso. Un Liceo-Barça, el partido más esperado del año, nada más empezar. Con el añadido de que la semana pasada ambos se vieron las caras en la final de la Supercopa de España que se trajeron a A Coruña los verdiblancos. Y la polémica, imposible de olvidar, del último duelo entre los dos en suelo herculino, con el gol anulado a Sergi Miras en el último segundo que impidió la victoria local. Así que todavía quedan muchas cuentas pendientes. A partir de las 20.00 horas en el Palacio de Riazor echa a andar la OK Liga en la que el Barça es favorito para reeditar el título, pero con un nutrido grupo, encabezado por el Liceo, que tratará de robarle puntos en cada duelo. Empezando por el principio. El conjunto coruñés ya ha golpeado primero y, si lo vuelve a hacer, su ventaja será moral además de material en forma de tres puntos.

El reto es difícil. Ganar dos veces al Barça no entra dentro del grupo de los humanos. Y que este pierda dos partidos seguidos tampoco es nada habitual, ya sea contra dos rivales distintos o contra el mismo. Pero como ya se ha demostrado en los últimos encuentros que enfrentaron a verdiblancos y azulgranas, la igualdad es máxima. El Barcelona tiene la mejor plantilla, pero el Liceo tira de casta para ponerse a su altura y solo pequeños detalles marcan la diferencia. Hace una semana, fue el gol de Carlo di Benedetto a diez segundos para la bocina el que evitó un nuevo empate y que la final fuese a la prórroga. También fue clave que el conjunto de Juan Copa supiera aguantar el chaparrón, con un excepcional Xavi Malián en la portería.

Los dos equipos han hecho de la defensa su principal fortaleza, una solidez que empieza precisamente desde las redes. Por eso la estrategia será fundamental. Sergi Miras apuntó tras el título de la Supercopa que el Liceo tendrá que jugar con más cabeza este año. Lo dice porque en la práctica son dos menos en las rotaciones ya que, de momentos, tanto Facundo Bridge, que sí llegó a debutar, como Fabrizio Ciocale, prácticamente no han contado para el técnico. Ambos son jóvenes, acaban de llegar -Ciocale ya estuvo el año pasado- y los partidos contra el Barcelona no son la mejor opción para coger experiencia, aunque sí los necesitan para dar aire a sus compañeros. A este handicap se le contrapone la ventaja de que el resto se conocen a la perfección y pueden combinar prácticamente con los ojos cerrados.

La superioridad del Barça es evidente. Pero hay varios factores que convierten ese momento en el ideal para intentar meterle mano. El más evidente, que el partido es en Riazor, con un Liceo eufórico por un nuevo título y la afición, que recibirá a los campeones y con ganas de revancha y que pretende llenar el estadio -el club ha distribuido entradas por los colegios de la ciudad buscando un aforo de récord-. Pero también hay que analizar que la plantilla culé ha cambiado dos piezas que todavía están acoplándose a los nuevos sistemas, más el portugués João Rodrigues que el campeón del mundo y de Europa con la selección española Nil Roca, que ya estuvo con Edu Castro en la cantera. Por otro lado, el Barça es un equipo al que siempre le cuestan más los inicios de curso, ya que los plantea de menos a más. Cuando coge el ritmo, en la segunda parte de la temporada, ya es imparable. Difícil, pero no imposible.

El lunes, homenaje del Dépor

La plantilla del Liceo realizará el saque de honor en el Dépor-Granada del próximo lunes en Riazor (21.00 horas). En el descanso, los homenajeados serán los liceístas y coruñeses que se proclamaron campeones de Europa en julio.