La Superliga 2 masculina contará este año con dos representantes coruñeses: el Zalaeta y el Oleiros. Ambos de encargan de recoger el testigo del Ventorrillo, último proyecto de la ciudad que había competido en la segunda categoría nacional, de lo que hace casi dos décadas. Los dos lograron la plaza en los despachos, se estrenarán en esta liga y tienen como objetivo la permanencia, por lo que serán rivales por evitar la última plaza. Un año duro, como siempre que se sube de categoría, pero de mucho aprendizaje, sobre todo para los jóvenes, que son el futuro de ambos.
El primero que entrará en liza será el Calasancias, que hoy saltará a la pista del Emevé a las 17.00 horas. El equipo está formado por un bloque de jóvenes que acaban de subir a sénior con veteranos para dar estabilidad. Uno de ellos es Ángel Losada, que hará de entrenador y jugador. "Tenemos claro la idea de equipo que tenemos que ser", dice. "Seremos muy peleones, con mucho trabajo defensivo e intentando aprovechar el error del rival", analiza. Sabe que será complicado pero el esfuerzo merece la pena: "Queremos cuidar la base porque a la largo será lo que nos de la estabilidad". Cree que al Calasancias le había llegado el momento de dar el salto. "Las últimas dos ó tres generaciones son muy buenas. Ganaron las últimas ligas gallegas. Ahora acaban de llegar a sénior. Si no salíamos en Superliga 2, los íbamos a perder", comenta.
También son muy jóvenes los del Oleiros, la mayoría todavía en edad juvenil que compaginarán ambas ligas. Ellos debutarán en casa, en el pabellón del colegio Valle Inclán, a las 18.30 horas contra el Vigo. "Tenemos poca experiencia pero la pretemporada ha sido buena y semana a semana nos hemos ido superando", explica Raúl Rocha, el entrenador, la única pieza nueva de la plantilla. "El club ha hecho un gran esfuerzo para que esta generación pueda disfrutar de esto. Así que si quedamos los últimos, no lo veremos como un fracaso", continúa. Es una inversión de cara a toda una vida deportiva que todavía tienen por delante. "Supliremos la falta de experiencia con trabajo e ilusión", concluye Rocha. Que eso no falte.
