El Sporting de Gijón no reacciona a domicilio y ayer cayó derrotado en el Wanda Metropolitano ante el Rayo Majadahonda en un caótico partido que los asturianos no supieron controlar en ningún momento y que les llevó, finalmente, a buscar una posible remontada, que no llegó, a la desesperada y sin un plan claro para encontrarla.

Los mil aficionados del Sporting desplazados hasta el Wanda Metropolitano cargaron contra el técnico sportinguista Rubén Baraja por el mal juego del equipo.

No comenzó mal el equipo asturiano que parecía querer romper su mala racha fuera de casa yendo decididamente a por el partido. Baraja había elegido para este partido a su equipo de gala con la práctica totalidad de sus fichajes incluidos en el equipo titular.

El encuentro parecía condenado al empate en el intermedio pero Aitor García superó a Mariño con un disparo justo antes del pitido del árbitro.

Con todo perdido el Sporting buscó el empate a la desesperada y encerró a su rival en el área con continuos centros laterales, pero fue el Rayo el que aumentó su ventaja con un tanto de Iza.

En un balón largo, Traver controló y disparó a la media vuelta. Un defensor pudo salvar bajo palos pero Carmona llegando desde atrás redujo diferencias en el minuto 83. Ahí se acabó todo.

Por su parte, Zaragoza y Osasuna empataron en La Romareda en el último partido de la octava jornada. En una Romareda repleta para presenciar el encuentro entre dos históricos, el espectáculo acompañó. Maños y pamplonicas buscaron con asiduidad el área local, probando a los dos porteros en una primera mitad trepidante.

Superada la media hora, Verdasca pudo resarcirse de un penalti fallado y adelantó al conjunto local. Brandon también tuvo su oportunidad para desquitarse del penalti fallado, y la encontró en el minuto 64, cuando un generoso Roberto Torres le cedió el balón para que neutralizase el tanto inicial de los aragoneses. El cuadro de Jagoba Arrasate todavía pudo llevarse la victoria en el descuento.