Desde que se inició en la halterofilia, Irene Blanco (A Coruña, 2002) parece destinada a un futuro olímpico. Y la levantadora coruñesa debuta mañana en unos Juegos, de momento los de la Juventud, los destinados a las promesas del deporte, menores de 18 años. Pero es un gran aperitivo. Desde que llegó a Buenos Aires hace una semana saborea lo que es vivir en la Villa, convivir con otros deportistas, codearse con los mejores. Con solo 16 años, Tokio 2020 se acerca demasiado deprisa y París 2024, una meta que parece más asequible, todavía está lejos. Así que tiene que aprovechar la oportunidad que le brinda la cita en Argentina. Este año ya fue subcampeona de Europa sub 17 de arrancada en el peso de 75 kilos. Ahora el objetivo es igual de ambicioso. "Lo primero que quiero es asegurarme el diploma y después luchar si se puede por las medallas, aunque no sé si será posible o no", asegura.

Solo hay algo que puede interponerse en su camino hacia el podio, su rodilla. Lleva toda la temporada dándole la lata, sin dejarle avanzar al ritmo que les gustaría tanto a ella como a sus entrenadores, los de la Blume madrileña, a donde se desplazó esta temporada después de haber batido todos los récords en edad sub 15, y Ferenc Szabo, su descubridor en A Coruña. "Estoy afrontando bien los entrenamientos", dice desde la capital argentina. "Sigo con molestias", reconoce, "pero llevo bien los entrenamientos, aquí hay equipo médico y sigo hacia adelante".

La competición será mañana a las 19.30 hora española. En este caso, su categoría será la de más de 63 kilos. Son doce sus rivales procedentes de Somoa, Ecuador, Uzbekistán, Croacia, Guatemala, Tailandia, Mongolia, Nueva Zelanda, Armenia, Turquía -con Dilara Narin, la que ya le robó el oro en el pasado Europeo sub 17 por tan solo un kilo-, Turkmenistán y Emiratos Árabes Unidos. La experiencia, pase lo que pase sobre la pista del pabellón Europa, ya está siendo positiva. "Para mí esto es impresionante y está siendo todo muy emocionante", explica desde el otro lado del charco. "Son unos Juegos Olímpicos". Con eso lo dice todo. Algo que le incita a no conformarse: "Me apetece mucho seguir compitiendo, seguir mejorando y a ver si algún día voy a unos Juegos de los grandes".