El Atlético de Madrid doblegó sin matices al Borussia Dortmund, con el que ajustó cuentas con los goles de Saúl Ñíguez y Antoine Griezmann, al que devoró en casa aspecto decisivo del partido y al que igualó en el liderato del grupo A de la Liga de Campeones para completar una reafirmante noche europea.

Aún no depende de sí mismo para alcanzar la cima, todavía necesita un tropiezo alemán por la diferencia particular en sus enfrentamientos directos en caso de empate, pero avista de cerca el pase a los octavos de final, que ya podría ser la próxima jornada si gana al Mónaco o el Brujas no vence al Dortmund.

Ayer el plan salió perfecto. El Atlético entendió el duelo desde diversos registros. A la espera del contragolpe, no le importó dar la posesión a su contrincante y acertó.