Fernando Alonso apenas ha dejado pasar el tiempo para empezar a probar cosas nuevas. Y es que solo 17 horas después de disputar en el circuito de Abu Dabi su última carrera de Fórmula 1, el piloto volvió a conducir en Baréin, en este caso probando por primera vez un monoplaza de la Nascar, la competición automovilística más seguida en Estados Unidos.

El doble campeón mundial con Renault cumplió ayer con uno de sus últimos compromisos con McLaren este año, intercambiando su monoplaza con el del siete veces campeón de la Nascar, Jimmie Johnson.

Fernando Alonso había dicho que la prueba de ayer en Baréin con un coche de la Nascar era para divertirse, pero que no descartaba correr con él en el futuro. "Es pura diversión en este momento", dijo Alonso sobre sus opciones en la competición estadounidense. "Pero no puedo decir al 100% que no disfrutaré lo suficiente como para poder pensar en tener una oportunidad en algún entorno competitivo en el futuro. Ahora mismo es pura diversión". La actividad acabó con Fernando Alonso y Jimmie Johnson pilotando los dos monoplazas en la pista y realizando trompos a la salida de boxes, haciendo las delicias del público asistente. Dos pilotos históricos del motor se juntaron, uniendo así dos mundos que quizás en un futuro no tan lejano se pueden unir.