Hace menos de un mes, cuando el Leyma tocó fondo en Granada con su novena derrota consecutiva, marcó en todo el partido 59 puntos. Ayer, los naranjas, solo en el segundo tiempo (tercer y último cuarto), se fueron hasta los 62. Solo es un indicativo más de la gran remontada del equipo que dirige Gustavo Aranzana, confirmada y bendecida por la contundente victoria, la tercera seguida, frente al Oviedo. Solo se sufrió en el segundo parcial, cuando los visitantes empataron (29-29). Y ahí también supieron reaccionar los locales sobre todo gracias a la defensa y a mejorar en el rebote. Dos claves pese a que el espectacular acierto en ataque fuese lo que terminase por decantar el encuentro. Casi cien puntos. Y bien repartidos con seis jugadores en dobles figuras, Sergi Pino (19), Ty Sabin (17), Mirza Bulic (17), Jeff Xavier (15), Quinton Stepehens (11) y Jonathan Araujo (10).

Sergi Pino ya avisó de que tenia el día entonado con los cuatro primeros puntos naranjas. El Oviedo, en cambio, salió más frío. El 6-0 de inicio se vio frenado por un triple visitante que cortó un poco la racha, pero el Leyma seguía a lo suyo. Solo el rebote era su asignatura pendiente. Se salvó porque el conjunto asturiano falló un par de segundas opciones que el rebote ofensivo le habían dejado en bandeja. Con mucha rotación de banquillo, el trabajo de Uchendu y Bulic en la pintura y un buen acierto exterior, el primer cuarto tuvo solo un dueño: 21-13.

Se apretó más el marcador en el segundo, sobre todo porque el Leyma estuvo menos acertado, con un ataque menos fluido, lo que unido a la pérdida en el rebote (15 naranjas y 23 ovetenses), comprometió su renta. Pero también en esos minutos demostraron los coruñeses su mejoría. En vez de venirse abajo, ni siquiera con el 29-29 del Oviedo, apretaron en defensa como método de salir a flote. Templaron los nervios y aguantaron los últimos minutos, conteniendo los intentos de remontada. Pino aportó un triple, Uchendu, intimidación bajo tableros. Un mate y una canasta tras rebote ofensivo dieron pase al descanso (36-30).

Oliver Arteaga, MVP de la pasada jornada y casi inédito en lo que iba de partido -solo llevaba dos puntos- empezó a aparecer. Inquietó con dos canastas seguidas que pusieron un 36-34 que solo fue un espejismo. Porque el día era de otros protagonistas: Sergi Pino y Ty Sabin. Entre los dos se fueron repartiendo los triples y casi todos los puntos del Leyma en el tercer cuarto, muchos, hasta 31. Solo dejaron intervenir a Quinton Stephens y Mirza Bulic. El equipo local estaba lanzado. Salía todo. Quedan diez minutos y la ventaja parecía definitiva (67-49).

Aun así, los dos triples seguidos de Ahonen en el inicio del último cuarto (67-55) hicieron que Gustavo Aranzana no se lo pensara a la hora de pedir tiempo muerto. No fue a más. Xavier respondió desde la línea de 6,75 y Araujo aportó un 2+1. Todo en su sitio. Los últimos minutos se convirtieron casi en un concurso de triples. Seis para el Oviedo. Cuatro del Leyma. Cuatro tiros libres fallados por Louissaint al final impidieron llegar a los 100.