El Leyma Coruña se dejó en Huesca una victoria que tenía en la mano y que casi acariciaba a base de trabajo y de convicción. En los últimos minutos sucumbió frente a un Peñas fuerte y que no entregó un partido que los coruñeses dominaban con ocho puntos (67-75) a falta de tres minutos para el final.

Una derrota que corta la racha del cuadro de Gustavo Aranzana, que había ganado los últimos cinco partidos de forma consecutiva, aunque se produjo en la cancha de un Huesca que se hace fuerte en casa, done ganó todos sus partidos.

Los coruñeses dominaron por un punto el primer cuarto, tras un inicio con buen ritmo en ataque, muy acertados, sin jugar quizá demasiado colectivamente, pero encontrando jugadores que estaban acertados de cara al aro. Algo parecido le sucedía el cuadro local, pues parecía que las defensas no existían en ninguno de los dos contendientes, que anotaron con suma facilidad y con grandes porcentajes de acierto.

Fueron muy buenos minutos de Quinton Stephens, que anotaba buenos tiros, y con los que equipo conseguía estirar el partido y meter presión. Sin embargo, los hombres de Aranzana se mostraron peor en defensa, donde por momentos trasmitían debilidad y daban demasiadas facilidades a Huesca (24-25).

El segundo cuarto fue de dominio local y acabó con diez puntos abajo el Leyma (45-35), que en el tercero recuperó a pesar de que llegó a encontrarse con 17 puntos por debajo. Ahí estuvo la clave, llegar a la parte definitiva con seis puntos de diferencia (63-57).

En esos últimos diez minutos, los coruñeses jugaron con inteligencia y se acercaron en el electrónico hasta que se pusieron por delante y parecía que sentenciaban la séptima victoria, pero en los últimos tres minutos dilapidaron una ventaja de siete puntos. El acierto de los locales y la falta de tino de los naranjas fueron definitivos.