Javier Gómez Noya, único quíntuple campeón mundial de la historia del triatlón, cuádruple campeón de Europa y plata en Londres 2012, ha decidido, tras un año en el gran fondo, en el que disputó el Ironman de Hawai, regresar a la distancia olímpica y al Mundial, con miras a los Juegos de Tokio 2020. También participará en el Mundial que se disputará en Pontevedra.

- Regresa a la distancia olímpica, con miras a los Juegos de Tokio 2020, donde irá a por el oro.

-Primero hay que clasificarse. Mi intención es luchar en las primeras pruebas del Mundial para volver a estar a un buen nivel. Y ojalá que pueda conseguir esa clasificación. Una vez conseguida, ya nos centraríamos en los Juegos. Pero vamos poco a poco. Venimos de un año en la larga distancia. Primero hay que recuperar las sensaciones y volver a estar rápido. Y ver cómo están los rivales.

-¿Es posible un sexto título en las Series Mundiales?

-Posible supongo que es. Pero es difícil. Y no es el objetivo, directamente. Quizás no vaya a competir tanto como en otras ocasiones. Pero en las carreras que haga quiero estar a buen nivel. Y las carreras me irán poniendo en mi sitio. Después, si tengo opciones de luchar por un sexto título, claro que lo voy a intentar conseguir. Pero es complicado.

-El año pasado se centró en la larga distancia, en la que logró varios éxitos, aunque como tiene mal acostumbrados a sus seguidores, parece que un undécimo puesto en el Ironman de Kona (Hawái) se queda corto. ¿Volverá a intentar ganar en Kona?

-A Kona quiero volver, eso lo tengo claro también. Como muy tarde, después de los Juegos de Tokio. Si me clasifico, claro. Porque soy realista: si no me salen bien las carreras y no me veo a un nivel suficiente como para estar luchando con los mejores, volvería a la larga distancia. Que es algo que me gusta y me motiva, porque fue una gran experiencia. Es una decisión difícil, porque tanto la larga distancia como la corta me motivan. Estoy seguro de que si ahora dijera 'voy a hacer Kona otra vez' estaría motivado también para entrenar. Pero unos Juegos Olímpicos no los hay siempre, son cada cuatro años. Y sé que será la última oportunidad que tenga en mi carrera [de luchar por el oro olímpico]. Así que vamos a intentarlo.

-¿Cómo empieza su programa esta temporada, en especial en el Mundial?

-Es posible que no haga Abu Dabi, que es la primera carrera y es [distancia] esprint. Pero sí las tres siguientes, en distancia olímpica: las de Bermudas, Yokohama (Japón) y Leeds (Reino Unido). Ahí quiero estar a buen nivel o al mejor posible. Y antes haré alguna prueba de preparación, quizá alguna Copa del Mundo, algún 70.3 (Medio Ironman)... Son pruebas que no tengo cerradas todavía y que utilizaré como entrenamiento; y en función de los entrenamientos, decidiré.

-Supongo que, en función de cómo vayan los resultados de las tres primeras del Mundial que dispute, organizará el resto de su calendario.

-Claro. Después de esas pruebas decidiremos. Si han ido bien, si vamos de lleno a por [los Juegos de] Tokio; o si no han ido tan bien, si cambiamos de objetivo. Pero hay que intentar hacerlo bien en esas carreras. Y luego está la prueba test [para los Juegos] de Tokio, para conocer bien el circuito y tratar de vivenciarlo. Luego, como otros años, quiero hacer el Mundial de medio Ironman. Y quiero disputar el Mundial de larga distancia de Pontevedra. En principio, va a ser un año entretenido.

-En las Series Mundiales el favorito es Mario Mola.

-La relación con Mario va más allá de la pura competición y por mucho que pase el tiempo, somos amigos; aunque el día de la carrera es el rival a batir. Mario defenderá los tres títulos que ha ganado los últimos tres años; y en los tres últimos Mundiales que yo gané [entre 2013 y 2015] también estuvo en el podio. Él es un referente, también para mí. Con Mario tengo una buen relación personal, pero cuando sales a competir todos son tus rivales.

-El relevo mixto será olímpico por primera vez.

-Me parece estupendo que sea mixto, pero no tanto que se altere la distancia. Se reduce mucho; y acaban siendo pruebas de unos 17 minutos [por competidor]. Pero entiendo que son pruebas espectaculares de ver.