El Levante venció con autoridad en Balaídos (1-4) al Celta, un triunfo que le permite alejarse de la zona de descenso y cuatro meses después volver a celebrar una victoria como visitante, al tiempo que empeora la grave crisis de resultados del equipo celeste, que únicamente ganó un partido en las nueve últimas jornadas.

El Celta se presentó sin Aspas y Maxi Gómez, sus goleadores; Cardoso hizo debutar a Boudebouz, aunque situó a Brais como delantero centro. Nada le funcionó al entrenador portugués. Tuvo el equipo gallego la pelota durante la primera mitad. Pero a su ataque le faltó peligro, una amenaza reducida a un tiro flojo del malabarista Boufal.

Morales, Coke y de nuevo Morales dieron ventaja al Levane. Y ya en el tramo final, Brais Méndez se encontró con un tanto de penalti que maquillaba el resultado, pero en la jugada siguiente Mayoral puso la puntilla.