El entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp, se cruza otra vez en el camino del Bayern Múnich, en cuya historia tiene ya un papel importante. Klopp estuvo en el banquillo rival, el Bourussia Dortmund, en el momento de la más grande victoria de los bávaros -la final de la Liga de Campeones en 2013- y también en uno de los momentos de humillación más honda, el final de la Copa de Alemania de 2012. Ahora amenaza la continuidad del grande alemán en la Liga de Campeones. En 2012 el Dortmund, con Klopp en el banquillo, vapuleó al Bayern con un 5-2 se llevó la Copa y confirmó el doblete.