El entrenador del Chelsea, Maurizio Sarri, insinuó ayer que está dudando si mandar a la suplencia a Kepa Arrizabalaga tras el encontronazo que ambos mantuvieron durante la final de la Carabao Cup y avisó al portero español de que esté "preparado para ir al banquillo" en el próximo partido de los Blues, que disputarán contra el Tottenham.

"Tal vez sí, tal vez no (sobre la posible suplencia de Kepa). Será una decisión para el grupo, para todos los jugadores. Quiero enviar un mensaje a mi grupo. El mensaje podría ser que Kepa juegue o que se quede fuera del campo. Tengo que decidir qué es mejor para mi grupo", explicó Sarri ante la prensa.

El técnico subrayó que su jugador "cometió un gran error y hay algunas consecuencias". "Si la consecuencia es que juega, tiene que estar preparado para jugar. Si la consecuencia es que está en el banquillo, tiene que estar preparado para ir al banquillo", dijo.

Además, el italiano apuntó que Kepa le ha pedido perdón tanto a él como a "sus compañeros de equipo y al club". "Cometió un gran error, pero no queremos matarlo. La situación está terminada. Si estoy seguro de que entendió que cometió un gran error, se acabó", finalizó al respecto.

La duda se resolverá hoy cuando el Chelsea recibirá al Tottenham en partido correspondiente a la Premier League. El club blue ya ha multado al guardameta español con una semana sin sueldo, salario que donará a la Fundación del club inglés, por el incidente con su entrenador el pasado domingo, cuando se negó a ser sustituido por Willy Caballero.

Fue una situación esperpéntica y extraña la vivida el pasado fin de semana en Wembley cuando Maurizio Sarri intentó cambiar a Kepa para meter a Willy Caballero con la vista puesta en la tanda de penaltis contra el Manchester City.

El meta vasco se estiró a sacar un remate de Sergio Agüero desde la frontal, se resintió de un problema físico y Sarri llamó a Caballero para que entrara al campo. El argentino se despojó del chándal y se fue al área técnica, preparado para entrar. El cuarto árbitro incluso levantó la tablilla con los cambios. El 1 (Kepa) se marchaba por el 13 de Caballero.

Kepa, ya en pie, alzó la mirada y lo divisó. Rápidamente le dijo a Sarri que no, que lo parara, que estaba bien. Pero Sarri no quería dar marcha atrás. Quería que el cambio se produjera y acabó marchándose a los vestuarios.