El Sevilla de Caparrós pasó página de la eliminación de la Liga Europa a costa de superar (0-1), en el RCDE Stadium, a una versión gris del Espanyol, que regaló un penalti tras el descanso y no tuvo puntería para enderezar el marcador.

Los andaluces tampoco brillaron excesivamente, pero realizaron un ejercicio defensivo sólido tras obtener su ventaja. El resultado da oxígeno al cuadro visitante y supone un tropiezo para los locales, que rompen una racha de seis compromisos sin perder.

El Sevilla marcó el ritmo en los primeros minutos. Caparrós pedía más revoluciones desde la banda y el cuadro andaluz empujó al Espanyol a su área. Los catalanes no imponían su juego y se conformaban con alguna contra sin excesivo peligro. De todos modos, ningún equipo se acercaba a la meta contraria con garantías.

Mario Hermoso cometió un sorprendente penalti sobre André Silva y Ben Yedder materializó la pena máxima en el minuto 53. Diego López adivinó la trayectoria, pero esta vez no pudo salvar al equipo. El 0-1 volvió a cambiar el guión, obligó a los catalanes a buscar el gol con más riesgos y espacios y facilitó la tranquilidad visitante. Pese a la insistencia del Espanyol, sus argumentos en ataque no eran sólidos y resultaron insuficientes para rescatar algún punto en la recta final.