El Valencia Basket conquistó ayer su cuarto título de la Eurocopa y dio una demostración de carácter para, de la mano de Bojan Dubljevic, Matt Thomas y Antoine Diot, sobreponerse a su mal inicio y acabar secando y arrollando al Alba Berlín por 89-63, lo que le permitirá jugar la próxima Euroliga.

Una vez pasaron los dos primeros minutos del último cuarto y el Alba no dio muestras de poder reaccionar el encuentro se desató la fiesta en la abarrotada Fonteta, que con dos acciones de San Emeterio, un triple y un mate, vio esfumarse el fantasma de la derrota en este mismo tercer encuentro de la final de la Eurocopa de hace dos años ante el Unicaja. El pabellón se entregó al equipo pero sobre todo a un imperial Dubljevic, la piedra angular de la plantilla y el jugador que rescató al equipo cuando peor pintaban las cosas.