En las carreras lo que cuenta es quién llegue primero, el más rápido en alcanzar la meta y completar una distancia predeterminada. Salvo en la Carrera Alternativa, uno de los clásicos del calendario coruñés que ayer alcanzó su vigésimo cuarta edición. Esta prueba debe su nombre precisamente a eso. Porque su esencia no es la competitiva. Nadie lleva la cuenta ni de quiénes cruzan la línea en las primeras posiciones ni de cuánto tiempo emplean. Lo importante en ella es participar. En realidad, es la esencia del deporte. Corriendo, andando, sobre patines quad o en línea, con mayoría para las camisetas verdes del Galicia Rollers, en todas las modalidades de bicicleta (con y sin ruedines, con y sin pedales o incluso un tandem), en patinete, monopatín, silla de ruedas y, por supuesto, empujando carritos de bebés o tirado por perros. Unas mil personas, muchas y muchas familias, se apuntaron al reto de los siete kilómetros propuesto por la Asociación Española de Deporte para Todos (Aedpt) y la Asociación Galega de Xestores Deportivos (Agaxede). Incluso el sol se alió con los organizadores ya que acompañó tanto para la carrera como para los juegos posteriores en María Pita.

La plaza de la heroína herculina fue el epicentro de los actos. Allí se dio la salida, con la atleta Paula Iglesias como encargada. La velocista del Riazor Coruña, campeona de España sub 23 de 400 metros en invierno, siguió las instrucciones de Eduardo Blanco. Tras el pistoletazo, un recorrido que fue hacia la plaza de Pontevedra para salir allí al paseo marítimo. La comitiva se agrupó cerca de la Casa del Hombre para seguir rumbo a la Torre de Hércules, dique de Abrigo y regreso a María Pita. Allí ya estaban instaladas las zonas con juegos de todo tipo: malabares, tiro con arco, actividades sobre ruedas, tira-soga, raqueta y zumba. La jornada finalizó con una demostración de ejercicios hipopresivos. Llamar la atención sobre la necesidad de incrementar la educación física en los colegios; sensibilizar sobre el derecho a un deporte saludable, sin discriminación, en una sociedad cada vez más sedentaria y celebrar una jornada festiva y desburocratizada son los tres objetivos principales de los organizadores.