Ana Peleteiro Brión (Riveira, A Coruña, 2 de diciembre de 1995) viene pisando muy fuerte en el atletismo español. La consecución de la medalla de oro en triple salto en el último Europeo de pista cubierta ha sido la confirmación de que la gallega va por el buen camino. La flamante campeona de Europa de triple salto en pista cubierta estuvo a punto de dejar el atletismo en 2016 pero ponerse a las órdenes del mítico campeón cubano Iván Pedroso le devolvió la ilusión y llegaron los buenos resultados. "Creo que estoy en mi mejor momento, sobre todo psicológicamente", asegura la gallega.

¿Qué supuso para usted conseguir el título europeo absoluto de triple salto en pista cubierta?

Consagrarme un poquito como deportista de alto nivel. Aunque desde que estoy con Iván venimos recogiendo buenos resultados durante dos años, fue la consagración como campeona de verdad, de sentirme yo un poco más importante dentro del panorama internacional. Sobre todo, el ver que el trabajo que estamos haciendo diariamente da sus frutos. Cuando te dedicas a esto al cien por cien, obtener resultados como el del Europeo es súper gratificante.

Ganó con una marca de 14,73 metros, ¿qué le pareció conseguir este registro, que es el nuevo récord de España?

Era algo que estábamos buscando desde hacía ya tiempo, pero con el problema que tuve en la espalda, por la caída en el Campeonato de España de 2017, me atrasó conseguir esta marca antes. Los entrenamientos que estábamos haciendo eran para eso. Pero no me la esperaba en este campeonato porque tuve la lesión [en un pie] tres semanas antes y no sabíamos ni si íbamos a llegar. Pero antes de lesionarme sabía que estaba para caer en esas longitudes.

Ha dicho alguna vez que en ese salto que valió el oro europeo, visto después en vídeo, hay errores. Parece usted muy exigente...

Sí, entrenando con Iván [Pedroso, nueve veces campeón del mundo de salto de longitud], que para mi gusto y el del 90 por ciento de los saltadores tenía la técnica perfecta, yo no puedo analizar ese salto como perfecto porque no lo es. Trabajo diariamente para que el día que haga mi mejor marca personal, que espero que no se quede en lo que logré en Glasgow, pueda decir que el salto es perfecto. Es normal que en el del Europeo hubiera errores porque estuve tres semanas parada. Pero con lo que más me quedo de ese campeonato es con la garra que tuve. Hacía mucho tiempo que no me veía tan guerrera, aunque desde que estoy con Iván mi actitud cambió muchísimo. Aunque sentir esta actitud en mi propia carne, hacía mucho tiempo que no la sentía.

Ha dicho que el título europeo fue su consagración, pero ya venía logrando medallas internacionales. ¿Pasa por su mejor momento deportivo?

Creo que estoy en mi mejor momento, sobre todo psicológicamente. Muchos deportistas alcanzaron su mejor momento físico pero no fue el de lograr medallas. Eso depende de cómo tú tengas la cabeza, y sí es verdad que yo ahora mismo la tengo muy bien amueblada. Ya no entreno pensando en que fui campeona de Europa. Ya está, ya se acabó. Yo no quiero vivir de rentas como lo hice con el Mundial júnior, del que viví cuatro años y eso no me benefició para nada. No quiero que me vuelva a pasar lo mismo. Lo más importante es llegar cada día a entrenar con la disponibilidad de decir 'no soy nadie, tengo que volver a empezar de cero y quiero volver a empezar de cero, no quedarme sólo aquí'.

¿Cuánto hay de parte psicológica y de buen estado físico en un éxito deportivo?

Es más importante cómo llegas psicológicamente, saber que llegas bien. Porque a mí me dolía el pie en el Campeonato de Europa. Yo competí vendada. La realidad era esa, pero en mi cabeza estaba que podía saltar y que podía hacerlo. Tenía que convencerme de eso. Iván también puso mucho de su parte porque me decía que iba a llegar. En la última técnica que preparamos hice tres saltos y me dolía mucho el pie. Tuve que hacerme dos vendajes diferentes porque el primero no me hacía efecto. Irte así a un campeonato tan importante es piscológicamente muy difícil. Tenía que llegar allí pensando en que no me iba a doler. El poder psicológico es súper importante.

¿A qué se refiere con la frase de 'Lo que sucede conviene'?

Es una frase de Iván. Tampoco me la voy a atribuir porque yo no me la inventé. Todo lo que sucede en la vida te va a convenir para algo. Yo me lesioné y aprendí que fue por un detalle técnico que estaba haciendo mal. Todo lo que sucede en la vida conviene. Esta lesión, por ejemplo, me sirvió para hacerlo bien y llegar más lejos de lo que pensaba que podía.

¿Cuáles son sus retos para lo que queda de año?

No me fijo marcas porque creo que eso te frena. Lo único es ser mejor diariamente y no ponerme barreras que me echen para atrás. Que todo fluya. Lesiones y molestias las tenemos todos los deportistas de alto nivel, pero que estas sean parte del camino. Básicamente es eso lo que pienso cada día: seguir siempre hacia adelante. Mi único objetivo ahora son los Juegos Olímpicos, es en lo único en lo que pienso ya diariamente. Ahora ya me está entrando un poco la ansiedad pura. Convives con el miedo a tener una lesión grave, pero es algo normal. Hay que cuidarse más que nunca porque la máquina está ya muy a tope. Pero hay que disfrutar de esto porque la vida del deportista es muy corta.

¿Cómo es entrenar con Iván Pedroso?

[Risas] Un coñazo. Cuida cada uno de los detalles y es súperperfeccionista. Eso es lo que hace que todo el grupo esté saltando lo que estamos saltando. Los resultados están saliendo porque nos dedicamos a esto cien por cien. Nosotros lo hacemos [los atletas] pero sobre todo él. Llega a casa y planifica lo que le va mejor a cada persona. Persona que toca nuestro equipo, persona que va hacia arriba.

¿Por qué?

Porque cuando tienes una o dos personas que son maravillas físicas y consigues resultados, no tiene a lo mejor tanto mérito, pero cuando lo haces con atletas que estaban en un mal momento deportivo, como pude ser yo o Nelson Évora, y los haces volver a saltar, lograr marcas personales y sobre todo cambiar su mentalidad para convertirlas otra vez en personas ambiciosas, es cuando se ve que un entrenador es mejor o peor.

¿Es cierto que Iván Pedroso no acepta un 'no puedo' por respuesta?

No. Eso me lo ha inculcado él. Yo cuando llegué a entrenar con él decía que no podía hace una cosa u otra, y ahora a mí no me vas a escuchar nunca decir que no puedo.

¿Estuvo a punto de dejar el atletismo?

Sí, en 2016 cuando me lesioné antes de los Juegos Olímpicos, a los que no iba. Perdí muchísimo la ilusión y no sabía si seguir, si realmente me compensaba estar lejos de la familia y de los amigos, y no tener una vida igual que el resto de ellos. Había perdido la esperanza de ser medallista algún día. Fui la mítica estrella que se estrelló y, bueno, no sólo le pasa a los demás. Acabé admitiéndolo y mi última bala era que Iván me entrenase. Si no me llega a decir que sí lo hubiese dejado porque no me apetecía seguir luchando. Sabía que tenía que entrenar con el mejor entrenador y la persona que mejor entendiese la situación en la que yo me encontraba. Si Iván Pedroso no me hubiese querido entrenar no estaría haciendo atletismo.