El Chelsea se proclamó ayer campeón de la Liga Europa por segunda vez en su historia, merced a una clara victoria por 4-1 contra el Arsenal en el Estadio Olímpico de Bakú, donde los goles blues llevaron la firma del francés Olivier Giroud, del español Pedro Rodríguez y del belga Eden Hazard, este por partida doble. A más de 4.600 kilómetros de distancia de Londres, el Chelsea se llevó el derbi londinense gracias a un buen desempeño en la segunda mitad, mejorando en tareas defensivas y siendo letal en ataque. Sus tres primeras dianas fueron en apenas un cuarto de hora y eso dinamitó a su rival, que replicó cuando ya era tarde y siguió sin inscribir su nombre en el palmarés de este torneo.

Con la ayuda de Giroud, Hazard desarboló al conjunto gunner y además amargó al portero contrario Petr Cech, que cuelga los guantes tras esta final. Y eso que el guardameta checo lo puso difícil en los primeros 45 minutos, junto a su equipo dominando de inicio. La conexión arriba entre Alexandre Lacazette y Pierre-Emerick Aubameyang generaba runrún, pero les faltó ser incisivos.

Sin agobiarse, en el Chelsea apareció Giroud y empezó a asociarse con Hazard y también con sus acólitos. Uno de ellos, Emerson Palmieri, protagonizó una gran ocasión de peligro en el 33, minutos antes de que un zurdazo del propio Giroud incordiase de nuevo al veterano portero checo. Pero ya no hubo más acercamientos, ni de unos ni de otros, antes de un descanso que sentó fatal al Arsenal.

Corría el minuto 49 cuando Emerson, habiendo recibido el balón de Hazard, centró a media altura y encontró la cabeza de Giroud; el ariete galo, en escorzo, remató al fondo de las mallas con pericia. Sin casi tiempo para reponerse, Pedro anotó el 2-0 con un tiro de zurda que no fue limpio pero sí certero. Y de inmediato se unió a la fiesta goleadora Hazard con un penalti.

Iwobi, que salía fresco del banquillo, redujo distancias para el Arsenal con un zapatazo. Una anécdota ya que Hazard cerró el abultado marcador con su segundo tanto en un contraataque. Esa jugada se convirtió en el colofón para el que será su último partido con el Chelsea. Trofeo de campeón de despedida.