La selección argentina completó una actuación soberbia frente a Serbia, una de las grandes favoritas al título y que ni siquiera ha logrado meterse en la pelea por las medallas, para meterse en semifinales.

La selección balcánica llegaba al campeonato con una plantilla impresionante y así lo demostró en sus cuatro primeros partidos, en los que pasó por encima de sus rivales, pero la derrota del pasado domingo ante España le llenó de dudas en el momento menos indicado y Argentina supo leerlo.

Ante su desventaja en centímentros y kilos, bien reflejada en la estadística de rebotes (42-29 a favor de los serbios), la albiceleste logró establecer un ritmo rápido, representado en la figura del madridista Facundo Campazzo (18 puntos y 12 asistencias), y acabó llevándose por delante a su rival en los minutos finales.

A sus 39 años, Luis Scola se fajó en el juego interior para anotar 20 puntos en un gran duelo con Nikola Jokic (16 y 10 rebotes), regalando otra página histórica a la generación dorada de la que se quedó como único superviviente tras las retiradas de Ginobili, Nocioni o Prigioni.

Además, los jugadores del Baskonia Patricio Garino (15) y Luca Vildoza (11) también resultaron fundamentales para tumbar a un rival que se derrumbó en los momentos decisivos pese a los puntos de Bogdan Bogdanovic (21) y Nemanja Bjelica (18). Vigente subcampeona olímpica, mundial y europea, Serbia se bajará esta vez del podio.