Ana Peleteiro, campeona de Europa de triple salto en pista cubierta, se clasificó por segunda vez para la final de unos campeonatos del mundo gracias a su marca de 14,23 metros. La plusmarquista española compartirá final con la defensora del título, su compañera de entrenamientos la venezolana Yulimar Rojas, y con la campeona olímpica, la colombiana Caterine Ibargüen. La madrileña Patricia Sarrapio participaba con 36 años por tercera vez en unos Mundiales y, como en Osaka 2007 y Daegu 2011, no pudo superar la ronda de clasificación. Sarrapio logró en el primer turno su mejor marca en unos Mundiales, con 13,58. El concurso por las medallas se disputará mañana sábado a las 19.35 hora española.

La marca de acceso directo a la final era de 14,30 metros, muy exigente. En los Juegos de Río había sido de 13,84 y en los Mundiales de Pekín, de 14,08. Peleteiro empezó con 14,11, mejoró hasta los 14,23 en la segunda ronda (se situaba segunda del grupo B). Antes de ejecutar su tercer salto ya estaba clasificada y renunció al último. Se hubiera clasificado con cualquiera de los dos.

En Londres, hace dos años, Peleteiro terminó quinta, con un mejor salto de 14,23, en una final que ganó su compañera de entrenamientos la venezolana Yulimar Rojas con 14,91, y este año ha elevado el récord de España a 14,73 metros.

"Clasificar en el primer salto estaba muy bien, pero hoy no nos interesaba. Llevaba tanto tiempo sin saltar que no me venía mal realizar dos saltos y probar las cosas que habíamos estado entrenando últimamente", indica Peleteiro a TVE sobre lo sucedido en la calificación. "Sí he preferido ahorrarme el último, pero hicimos lo que teníamos que hacer. En Glasgow fue lo mismo", recuerda de cuando conquistó el título europeo de pista cubierta.

"Las últimas semanas han sido duras, iguales que las de Glasgow o incluso peores. La cabeza este año me ha fallado un poquito por problemas personales, por pérdidas que me han afectado mucho", confiesa sin concretar, aunque parece obvia la referencia al fallecimiento en junio de su abuela, a la que estaba muy unida. "Conseguir estar en mi mejor nivel y dejar esos problemas de lado para afrontar la competición de esta manera me hace sentir muy orgullosa".

Respecto a la final del sábado, comenta: "Siempre digo que hay que exprimirse al máximo. Si eso te ayuda a estar entre las tres mejores, genial. Si te exprimiste al máximo y no tienes medalla, no pasa nada, diste lo mejor. Es mi objetivo. Voy paso a paso, dando lo mejor de mí y que sea lo que Dios quiera. Soy de las personas que piensan que todo está escrito en esta vida. Vamos a ver lo que me espera a mí".