El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) conquistó el Gran Premio de Brasil por delante de Pierre Gasly (Toro Rosso) y Lewis Hamilton (Mercedes), una loca carrera con dos coches de seguridad, el último a cinco vueltas del final por el choque y abandonos de los Ferrari, con el español Carlos Sainz (McLaren) remontando hasta la cuarta posición después de salir vigésimo. Interlagos, ese circuito corto propicio para los adelantamientos, dejó una carrera para el recuerdo y eso que fue en seco, y que aún tras la bandera a cuadros siguió abierta por investigación de carrera. La pelea parecía cuestión de los de siempre, con la incógnita de la estrategia buena, a una o dos paradas, pero los coches de seguridad dieron mucha emoción.

Por segunda vez en cinco visitas, Sainz logró puntuar, pero esta vez lo hizo saliendo último para igualar su mejor resultado en la F1. Las cuentas que faltan en la clasificación para el Mundial llegan más claras a Abu Dhabi, última parada. El campeón y el subcampeón ya se sabían, pero el tercer puesto pasa ahora a Verstappen con 260 puntos, por los 249 de Leclerc y 230 de Vettel.