El Manchester United se impuso ayer (1-2) a su vecino Manchester City, en el transcurso de la jornada 16 de una Premier League que sigue liderando con puño de hierro el Liverpool, que por su parte venció cómodamente en su visita al Bournemouth (0-3).

El derbi en el Etihad Stadium cerró el turno sabatino, dejando claro que el equipo de Pep Guardiola se está descolgando de la pelea por el título. Esta derrota, fraguada por una mala primera mitad y por el acierto de su rival al contragolpe, dejó al City a 14 puntos del liderato.

Marcus Rashford, gran faro del United esta temporada, marcó el 0-1 de penalti en el minuto 23. Él mismo había provocado esa discutida pena máxima, a raíz de una falta de Bernardo Silva que encima le costó la tarjeta amarilla al centrocampista portugués.

Los citizens encajaron el 0-2 apenas seis minutos más tarde. Su autor fue Anthony Martial, con un zurdazo raso dentro del área contraria y muy ajustado a la cepa del poste, después de haber combinado con su compañero Daniel James por la banda izquierda.

Los de Guardiola, enzarzado en protestas arbitrales, malgastaron varias ocasiones de peligro sobre el arco de David de Gea y tan solo pudieron batir al español en el minuto85. En un córner botado por Mahrez, Otamendi saltó de forma vigorosa y dejó con el molde a los dos centrales del United para cabecear a la red.