Apenas hay diez meses de diferencia entre el día que Fernando Alonso se subió por primera vez a un coche del Dakar y el momento en que este domingo tome la salida del rally más duro del mundo.

En ese lapso el doble campeón de la Fórmula 1 se ha sometido de manera exprés a una intensa preparación con tal de adaptarse a una disciplina de los deportes de motor completamente diferente y desconocida a lo que había practicado hasta ahora desde que con 3 años se subió por primera vez a un kart.

El radical cambio de pasar del asfalto a las dunas en menos de un año llevó a Alonso a prepararse en tiempo récord, con una serie de entrenamientos en África, Europa y Oriente Medio que le llevaron a mutar su estilo de conducción para estar en la salida de este Dakar.

En estos últimos meses ha rodado todos los kilómetros que ha podido, en una frenética acumulación de horas al volante del Toyota Hilux bajo los consejos de campeones del Dakar como el catarí Nasser Al Attiyah, el sudafricano Giniel De Villiers o el también español Marc Coma, quien será su copiloto.

Entre el 27 y el 28 de marzo pasados, Tras ganar las 1.000 millas de Sebring en el mundial de resistencia, Alonso viajó hasta Sudáfrica para ponerse por primera vez al volante del Toyota Hilux. En su primera toma de contacto con el coche ganador del último Dakar tuvo a su lado a De Villiers. "Ha sido divertido; ciertamente muy diferente a lo que estoy acostumbrado, pero muy interesante", dijo Alonso al acabar.

Desde esas fechas el asturiano pasó por otras muchas pruebas con resultados diversos, para llegar a la segunda semana de diciembre, del 8 al 10, a menos de un mes para la partida del Dakar, el asturiano hace su último test en las dunas del desierto de Abu Dabi, donde se encontró con su amigo el aventurero Jesús Calleja. "Estamos listos", sentenció el piloto asturiano tras esta experiencia..