El Abierto de Australia sirve desde hoy y hasta el dos de febrero el primer plato fuerte de la temporada para un 2020 que parte pendiente más si cabe de la persecución de Rafa Nadal (19) y Novak Djokovic (16) a los 20 títulos de Grand Slam de Roger Federer, y de la posibilidad de relevo con nuevos campeones que vienen pujando.

El incansable Big 3 lleva la contraria al paso del tiempo para cortar de raíz los debates sobre relevo generacional, en especial en el mayor escenario del tenis. En los últimos tres años los grandes se intercambian los nombres del español, el serbio y el suizo; 55 de 66 desde que Federer ganara el primero en 2003. Medvedev, Tsitsipas, Zverev o Nick Kyrgios aspiran a cambiar este panorama.

El tenis confía además en hacer terapia en el país oceánico, que atraviesa una tremenda crisis medioambiental por los incendios imparables de los últimos meses, después de volcarse en lo económico. La situación delicada ha podido con lo deportivo en los días previos, un fondo complicado para aficionados, jugadores y organización que no parará el espectáculo, pendientes de la calidad del aire después de que hayan ardido más de 10 millones de hectáreas.

Así ha transcurrido el prólogo del primer grande, que en lo deportivo llega con galones repartidos entre Nadal y Djokovic, número uno y dos del mundo. La Copa Davis y la ATP Cup, dos citas mundiales casi seguidas en noviembre y ahora en enero, fueron las dos últimas reuniones de la raqueta, acaparadas también por el español y el serbio. En Madrid no se cruzaron, pero en Sidney, el pasado domingo, Nole venció a Nadal por el título.

El de Manacor debutará mañana en Melbourne contra el boliviano Hugo Dellien y liderando la otra parte del cuadro, el de Belgrado lo hará hoy ante Jan-Lennard Struff. La llegada del primer grande supone cuentas pendientes para un Nadal que fue campeón en 2009, en una épica final contra Federer, pero que después perdió cuatro finales, la última el año pasado ante Djokovic. Para el serbio en cambio es un segundo hogar, con siete títulos.

El sorteo del cuadro australiano dejó un camino duro para el balear a partir de octavos: el local y aspirante Nick Kyrgios, Thiem y Medvedev antes de la final. Djokovic, con el subidón añadido de ganar la novedosa ATP Cup, tiene a Federer en su lado. El suizo, a sus 38 años, viene sin ritmo de competición, sin un partido oficial desde la Copa de Maestros, donde cayó ante el campeón Tsitsipas. El griego fue también su verdugo el año pasado en Australia y parte como uno de los aspirantes a poner fin a esa supremacía del Big 3.

La Next Gen también la lidera Medvedev tras un meteórico final de 2019, peleando por títulos y rozando ese relevo en el US Open. Por otro lado, Thiem o Grigor Dimitrov no querrán que se salten su camada, aunque Zverev e incluso Andrey Rublev o Karen Khachanov tengan ya prisa. El español Roberto Bautista también entra en las quinielas desde su condición de Top 10.

En el torneo femenino, las miradas son en gran parte para la eterna Serena Williams, empeñada en alcanzar el récord histórico de 24 grandes que ostenta Margareth Court. La estadounidense, siete veces campeona en Australia, ganó este mes en Auckland su primer título en tres años, el primero desde que fue madre en 2017. Ashleigh Barty, Karolina Pliskova, Naomi Osaka, Simona Halep, Petra Kvitova, Madison Keys y Caroline Wozniacki también entran en las quinielas.