El Leyma se encontró con la horma de su zapato en un Huesca que, con una gran defensa y sin bajar nunca los brazos, no le dio ni una sola facilidad. Los naranjas tuvieron que luchar contra una versión de sí mismos, lo que les obligó a un gran esfuerzo físico. Además, los tiros no les entraban. Los bajos porcentajes en triples, con 7 de 29 „seis de Filip Djuran„, y en el tiro libre, con 15 de 23, no permitían despegarse en el marcador pese a mandar desde el 5-4 inicial. La victoria no peligró, la tercera seguida, la decimoquinta del curso. El conjunto dirigido por Sergio García, en el que debutó Álex Llorca, ya es tercero. El sueño continúa.

Al Leyma le costó encontrarse en las primeras acciones. Nada grave. Solo un 0-4 hasta que los naranjas ajustaron la mirilla. Fue precisamente el artillero Filip Djuran el que abrió la cuenta, con un triple. Cuando el serbio abre así un partido, los rivales tiemblan. Repitió tiro de tres para el 11-4. Un parcial de 11-0 que ponía las cosas en su sitio. Los locales se gustaban moviendo la pelota por el perímetro. Debutó Llorca. Si no se fueron definitivamente en el marcador fue porque les faltó más de acierto. Y porque el Huesca respondió con un triple sobre la bocina que maquillaba lo que había sido sobre la pista el primer cuarto (18-14).

El segundo arrancó de forma inmejorable, con un triple de Jeff Xavier, que nota que su tobillo no está al cien por cien, aunque suplió con esfuerzo defensivo sus carencias en ataque. La distancia se empezó a ensanchar, con un Ashley Hamilton espectacular. Su tiro desde media distancia es infalible y su condición física le hace una roca en defensa. Firmó siete puntos consecutivos con los que el Leyma se iba 29-18. Pero el británico también cometió la tercera falta. Peligro. Un par de decisiones arbitrales, que desquiciaron a Sergio García, desconcentraron al equipo. Los visitantes empezaron a remontar. Lo mejor fue que llegara el descanso con los de casa arriba (33-31).

La primera parte había dejado la sensación de que los locales eran muy superiores. Pero el marcador no lo reflejaba. Y el Huesca empezó el tercer cuarto igualando a 33 el partido, que era como si volviera a empezar. El Leyma apretó los dientes, que es como se sacan los partidos así. Subió la intensidad defensiva. Y tuvo paciencia. Llegaría su momento. Ante el poco acierto exterior, los balones fueron a Perris Blackwell, que se pegó con todos en el poste. Su lucha tuvo recompensa. Una canasta aquí, un tiro libre allá, cargando de faltas a sus pares, cogiendo rebotes. Cada punto le costó sudores, pero su actuación fue poniendo tierra de por medio. Se volvió a la barrera de los diez puntos. Aumentó con un triple de Gaizka Maiza (50-39). Y otra vez a diez antes de afrontar los últimos diez minutos (53-43).

El Huesca no se despegaba. Cada ataque, cada defensa, eran una batalla. Los rivales nunca bajaban los brazos, aunque fueran diez abajo. Una defensa tan buena que siempre obligaba al pase extra a los naranjas. No estaban cómodos, pero iban sumando a cuentagotas. Lo mejor fue volver a encontrar la mano de Djuran, que anotó dos triples seguidos para el 64-52. Ni por esas se rendían los visitantes. Una y otra vez volvían a apretar el marcador aunque nunca a una distancia preocupante. El mal porcentaje en el tiro libre impidió al Leyma vivir los últimos segundos con mayor tranquilidad, por eso se produjo el 70-64 final.