El Real Madrid necesita la proeza de firmar en el Etihad Stadium una remontada inédita en una eliminatoria de la Liga de Campeones, tras perder la ida en el estadio Santiago Bernabéu (1-2), ante el Manchester City de Pep Guardiola, que tiene la cuenta pendiente de triunfar en la competición de mayor prestigio de clubes con el club inglés.

Cuando Jim Morrissey escribió There is a Light that Never Goes Out en 1985, seguro que no lo hizo pensando en el fútbol, pero su mensaje, de esperanza y de no rendirse, sirve de inspiración para un Real Madrid que visita hoy el Etihad Stadium con la misión de remontar el 1-2 de la ida al Manchester City.

La canción del grupo de Manchester The Smiths relata un romance que o no ha existido o se ha roto de alguna manera ("Morir a tu lado sería una forma maravillosa de morir"). Un idilio que bien podría ser el del Real Madrid y la Champions League; una unión que en el pasado reciente fue gloriosa, pero que atraviesa un momento de duda tras la abrupta eliminación del curso pasado goleado por el Ajax en el Bernabéu y en la cuerda floja en el presente obligado a remontar.

El 1-2 de la ida permite al Manchester City sentirse favorito en una gran noche europea. Después de haber tropezado tres temporadas consecutivas, contra Mónaco, Liverpool y Tottenham Hotspur, el City al fin dio un puñetazo en la mesa en el Santiago Bernabéu y se estableció como un equipo a temer.

El entrenador del Madrid, Zinedine Zidane, nunca ha perdido una eliminatoria en la Liga de Campeones y encara su prueba más difícil. Un cara a cara frente a Pep Guardiola, con admiración mutua y estilos de juego que prometen un partido vistoso. El Real Madrid necesita goles y el City no sabe jugar a defenderse con un entrenador que siempre basa todo desde la posesión.

Para la gran cita Zidane sufre la baja del gran referente. Sergio Ramos no estará tras ser expulsado en la ida y el que debía de ser el líder del proyecto, Eden Hazard, apunta a la suplencia al no tener buenas sensaciones en su tobillo operado.