Miami Heat, con una espectacular actuación de triple doble de Jimmy Butler y una rotación de solo siete jugadores, firmó ayer una victoria agónica (111-108) para mantenerse con vida en la final de la NBA (3-2), forzando el sexto partido ante unos Los Angeles Lakers que tuvieron el anillo en un triple errado por Danny Green.

El escolta, que se lució con 35 tantos, 12 rebotes y 11 asistencias y que apenas descansó, anotó ocho puntos en los minutos finales del choque. De hecho, los Lakers estuvieron por delante en el último minuto, y pudieron alzar el título diez años después, pero Danny Green falló el tiro de tres frontal que pudo haber acabado con todo.

Al brillo de Butler le acompañó la precisión en el tiro de todo el equipo de Erik Spoelstra, que permitió que pudiese estar por delante casi todo el choque, con una renta de 11 puntos al comienzo del último cuarto. Mientras, el jugador de segundo año Duncan Robinson (26) fue clave con un impresionante 7 de 13 en triples, como el descaro de Kendrick Nunn (14) saliendo desde el banquillo.

Sin embargo, LeBron James, 40 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias, y Anthony Davis, con molestias en el tobillo, forzaron al máximo a los de Florida, pero no estuvieron acompañados por el resto de estrellas angelinas, que no pudieron rendir a la altura de sus compañeros.