El Barcelona, que sufrió la baja de última hora de Leo Messi por molestias que arrastraba del último partido liguero, se clasificó ayer para la final de la Supercopa de España tras derrotar por 2-3 en los penaltis a la Real Sociedad en un duelo disputado a puerta cerrada en el estadio Nuevo Arcángel de Córdoba y que concluyó con 1-1 tras el tiempo reglamentario y la prórroga. Las paradas de Ter Stegen por un lado —crucial también durante el partido— y el acierto final de Riqui Puig metieron en la lucha por el título a los jugadores azulgrana, que esperan rival del duelo que disputarán hoy el Madrid y el Athletic de Bilbao.

El Barcelona logró adelantarse en la primera parte con un gol en el minuto 39 de Frenkie De Jong. En la segunda mitad, la Real Sociedad equilibró el marcador en el minuto 50 gracias a un tanto marcado por Mikel Oyarzabal de penalti por mano de De Jong.

Ambos equipos acumularon llegadas al área rival, pero el marcador no se movió y se llegó al tiempo de prórroga (1-1), en el que la ocasión más clara fue para la Real Sociedad, que se topó una y otra vez con el guardameta alemán.

En los lanzamientos de penalti, Ter Stegen detuvo el de Bautista y De Jong disparó al palo. El alemán le volvió a parar a Oyarzábal y Dembelé adelantó al Barça. William José estrelló la pelota en el palo y Pjanic anotó el segundo de los azulgranas. Merino anotó y Griezmann envió alto. Tras marcar Januzaj, un decidido Riqui Puig metió al Barça en la final.