El Pontevedra se jugaba ayer una verdadera final en Barreiro y la dejó escapar. El equipo granate se puso por delante en la primera parte gracias a un penalti, se confió en la segunda parte y encajó un empate en el minuto 89 tras un error casi imperdonable de la defensa. El equipo ahora se sitúa séptimo en la clasificación, en la lucha por la permanencia, con 14 puntos y seis jornadas sin ganar. Ya no le queda margen de error y su única salvación es lo apretada que está la zona media de la tabla, que le pone a dos puntos del tercero. El resultado beneficia al Deportivo, por encima todavía tanto de Pontevedra como del filial celeste.

Los visitantes dominaron claramente el primer tramo del partido y se adelantarían de penalti. Ferrarés midió mal en un balón que aprovechó Charles, encarándose a Sequeira y dejándose caer tras el golpe del guardameta.

A los diez minutos Josepovic marcaba tras un centro de Alfon que sería anulado por una falta en el salto. Por los pelos. Al minuto Jorge pudo haber hecho el segundo gol granate en una acción individual que se fue fuera e la portería.

Tras el descanso regresó al verde otro Pontevedra. Un equipo confiado en exceso, teniendo un solo gol a favor, que dio un paso atrás y apenas generó peligro en toda la segunda parte. Mientras tanto, a los dos minutos de entrar del descanso, el filial celeste tuvo una de las oportunidades más claras que Josepovic remataría fuera.

Así, mientras el Pontevedra se refugiaba en su campo y cambiaba hombre por hombre, Onésimo proponía cambios arriesgados, poniendo toda la carne en el asador para darlo todo en ataque. El premio les llegó en el minuto 89 por medio de Alfon tras un error de la defensa del Pontevedra.

En el otro partido del subgrupo del Deportivo, Salamanca y Guijuelo empataron (2-2) en el estadio Helmántico.