La preparación de Javier Gómez Noya para los Juegos Olímpicos de Tokio de este verano va viento en popa como demostró ayer en la Challenge de Cancún, el lugar elegido para regresar a la competición y donde el ferrolano logró la victoria con una gran autoridad con respecto al resto de sus rivales. El gallego, uno de los mejores triatletas de todos los tiempos, se despedirá en la cita nipona del triatlón olímpico y buscará su segunda medalla tras la plata que se colgó en Londres 2012. De Río 2016 fue baja por una inoportuna lesión que se produjo a un mes de la competición al caer de la bicicleta mientras entrenaba para la gran cita.

El pentacampeón del mundo, que se encuentra concentrado en México para preparar los Juegos Olímpicos, se impuso con un tiempo de 3 horas, 46 minutos y 36 segundos, lo que significó una ventaja de cuatro minutos sobre el suizo Ruendi Wild, que se clasificó en segunda posición. Cerró el podio con el bronce el estadounidense Andy Potts, que ya perdió en meta con respecto al ferrolano cuatro minutos y medio.

La prueba constó de 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 de carrera a pie, más de resistencia que un triatlón olímpico, que es prácticamente la mitad (1.500-40-10).

En categoría femenina logró el triunfo la argentina Romina Palacio con 4h34:32 por delante de la estadounidense Annie Kelly y de la local Palmia Álvarez. La también gallega Saleta Castro fue quinta a más de once minutos.