El Madrid puso fin a su magnífica racha de 19 partidos sin perder en el peor momento de la temporada, en el choque de vuelta de las semifinales de la Champions League, un duelo que le deja en la cuneta en su pelea por la decimocuarta Copa de Europa de su palmarés tras caer ante un Chelsea por 2-0 netamente superior en casi toda la eliminatoria.

Los de Zidane hincaron la rodilla en el día D, se quedaron sin final en Estambul y mostraron sus costuras a toda Europa con una plantilla que ha llegado sin gasolina al tramo final de la temporada. Justo cuando se disputan los títulos y este equipo saca su ADN, su capacidad competitiva y ese hambre que le ha hecho tan grande en el último lustro. Así fue.

Esta vez no hubo perdices, ni finales felices para el 13 veces campeón del Viejo Continente, que empezó sometido y acabó acorralado. El Chelsea pudo haber marcado hasta cinco goles en ocasiones claras que detuvo Thibaut Courtois, el mejor en los merengues. En la parcela ofensiva, nada de nada, salvo un cabezazo de Benzema y otro disparo del francés desde fuera del área que detuvo Mendy.

Los pupilos de Thomas Tuchel, el gran vencedor de la eliminatoria con su planteamiento, fueron a más con el paso de los minutos y demostraron su letalidad cuando percutían por la banda. Su capacidad para desarbolar a Sergio Ramos —que volvió tras dos meses muy lejos de su mejor nivel— hizo encender las alarmas a un Zidane que tardó en reaccionar.

El invento de Vinicius como carrilero y el desgaste de un centro del campo que lo ha jugado prácticamente todo, fueron dando argumentos al Chelsea, que avisó al cuarto de hora con un gol de Werner que fue anulado por fuera de juego. El alemán sí encontró el 1-0 a la media hora tras una jugada sensacional de Kanté que arrancó por una pérdida en la medular.

Los blues triangularon a la perfección, Havertz superó a Courtois con una vaselina, el balón pegó en el larguero y Werner, con tranquilidad y libre de marca, marcó sin oposición con la testa. Un gol que no cambió el rictus de los españoles, que comenzaron la segunda parte con el mismo sufrimiento que terminó la primera. Un larguerazo, otro más.

Tres minutos después, Mount perdonó el segundo y rozando la hora de partido llegó la más clara de los londinenses en un mano a mano del propio Havertz, que detuvo el portero del Madrid con un acción milagrosa.

Todo apuntaba a que la épica no iba a tener lugar, ni tan siquiera con ese derechazo de Hazard al lateral de la red. El belga apenas aportó luz a un Madrid que está necesitado del talento que no ha aportado el ex del Chelsea.

Los de Tuchel replicaron una y otra vez, Kanté no se quedó lejos a 25 minutos para el final, pero tuvo que ser Mount —asistido por Pulisic— quien acabase con la intriga de los locales en un gol más que buscado. El 2-0 acabó con un Madrid que se despide de su competición fetiche, ya no podrá lograr la decimocuarta este año y que ahora pone toda su atención en seguir peleando por la Liga.

El Chelsea, en cambio, disputará la final contra el Manchester City el próximo 29 de mayo, en el Olímpico Ataturk de Estambul (Turquía), lo que será la tercera final inglesa de la Liga de Campeones.

La primera vez que lucharon dos conjuntos de la Premier por el título fue en 2008. Se midieron el Manchester United y los propios blues. Los diablos rojos se adjudicaron el título en la tanda de penaltis tras acabar el encuentro y la prórroga con empate a uno. Adelantó al United el portugués Cristiano Ronaldo e igualó para el Chelsea Frank Lampard.Curiosamente ambos fallaron su pena máxima en la tanda definitiva, en la que un error final de Anelka dio el triunfo al conjunto que dirigía Ferguson (6-5).

La segunda ocasión fue en 2019. Liverpool y Tottenham se enfrentaron en el Wanda Metropolitano. Venció el conjunto del germano Jurgen Klopp al que dirigía el argentino Mauricio Pochettino por 2-0, con tantos del egipcio Mohamed Salah y del belga Divock Origi.

Con estas tres ediciones la liga inglesa iguala a la española, que se jugó el título en 2000, 2014 y 2016. En todas las oportunidades venció el Madrid, la primera ante el Valencia y las dos siguientes al Atlético.