La puesta en marcha de la próxima edición de la Liga de Campeones, con destino en San Petersburgo, sede de la final, aventuró un recorrido exigente para el Atlético, Barcelona y el Villarreal y citas con morbo, como el del París Saint Germain de Leo Messi y el Manchester City de Pep Guardiola.

A la espera de la configuración definitiva de las plantillas y de posibles reencuentros y duelos aún impensables, el cartel de la próxima Champions quedó establecido en Estambul.

Como suele ser habitual la ceremonia generó enfrentamientos maléficos, un grupo de la muerte y asuntos curiosos. Por ejemplo, el Madrid se encontró con casi el mismo cuarteto del pasado año, a excepción del debutante e histórico Sheriff moldavo, que completa el Grupo D en lugar del Borussia Monchengladbach en la edición anterior. El Villarreal, en su regreso a la máxima competición europea, se topa con el Manchester United, con el que disputó la final de la Liga Europa en Gdansk.

El Atlético, que partió como cabeza de serie como campeón de la liga española, acaparó el mayor número de rivales de enjundia. En su cuarteto, el B, el conjunto de Diego Pablo Simeone que llevó al cuadro rojiblanco no hace mucho a dos finales de la competición, tendrá que pujar por una de las dos primeras plazas que dan acceso a octavos con tres excampeones del torneo: el Liverpool, el Oporto y el Milan.

No tuvo fortuna el conjunto rojiblanco en cuyo grupo se reúne una parte importante de la historia de la Liga de Campeones.

La igualdad por potencial de sus integrantes solo puede ser comparada por la del Grupo A que conforman el Manchester City, el París Saint Germain, el Leipzig y el Club Brujas. El actual subcampeón que dirige Pep Guardiola está citado con el representante francés, finalista hace dos ediciones, que crece en potencial cada año y eterno aspirante al título.

Con más razón este año, apuntalado por Leo Messi que irrumpe en el torneo por primera vez con una camiseta distinta a la del Barcelona con el éxito entre ceja y ceja.

El Barcelona, por su parte, se reencuentra con el Bayern Múnich, que conquistó la Champions hace dos años después de sonrojar al representante español con una goleada histórica y dañina. El plantel de Ronald Koeman y el que ahora dirige Julian Nagelsman son claros candidatos a la clasificación por delante del Benfica y del Dinamo Kiev, que proceden de la fases previas y que no dan la sensación de poder cuestionar la superioridad de bávaros y azulgrana.

La vuelta a la Liga de Campeones del Villarreal carece de facilidades. Aunque partió como cabeza de serie al ganar la Liga Europa.