La contundencia ofensiva del Madrid, sumada a la inestabilidad defensiva del Atlético, tiñeron de blanco el derbi madrileño con goles de Karim Benzema y Marco Asensio que aumentan a trece puntos la distancia en una Liga en la que los de Ancelotti no tienen rival.

El derbi fue fiel a los momentos que protagonizan Madrid y Atlético. La firmeza madridista y la indefinición atlética. La décima victoria consecutiva, siete en Liga, para asestar un golpe con tintes definitivos, de un equipo blanco sin aristas que explota un momento de crecimiento desde la convicción. En el polo opuesto, un Atlético al que no le sirve el derroche, sin encontrar el rumbo por su falta de acierto en las dos áreas.

La inercia ganadora del Madrid le permitió encarar el derbi sin la exigencia de salir a por el rival, con la oportunidad de buscar el partido que le interesó hasta que pudo correr y exhibir contundencia. El vigente campeón, en cambio, fue tan vulnerable que quedó tocado en la primera llegada del rival. Vinícius, que cambió de banda porque no podía con Llorente, cambió el partido en su primera aparición con su centro medido a Benzema, y la volea perfecta del francés, imparable para Oblak.

El Atlético estuvo perdido en el primer tiempo. Cuando más mereció, con João Félix entrando al partido, llegó la sentencia. En un minuto el portugués generó más peligro que en toda la primera parte su equipo. Un disparo centrado, un pase filtrado al movimiento de Cunha que se topó con Courtois. Pero Jovic en su primera aparición le ganó el pulso a Kondogbia para lanzar el contragolpe, que Vinícius asistiese y Marco Asensio marcase el segundo y definitivo con tiro cruzado.