El Villarreal escribió anoche una de las páginas más brillantes de su historia tras eliminar al Bayern Múnich (1-1 y 1-2 en el global) en los cuartos de final de la Liga de Campeones gracias a un gol salvador de Samu Chukwueze en el minuto 88 en el Allianz Arena.

El equipo de Unai Emery hizo historia y estará entre los cuatro mejores de Europa por segunda vez tras la hazaña de 2003. Ayer, pese a la dificultad de la empresa, el submarino amarillo estuvo a la altura y desarrolló un plan que salió a la perfección.

La noche fue difícil en todos los sentidos, no podía ser de otra manera ni por el rival, ni por el escenario, que presentaba una entrada rozando el lleno. Más de 70.000 espectadores, 20.000 más que toda la población de Vila-real, un hito que ha sobrepasado fronteras y que devuelve a los Emery a la élite europea.

Los alemanes mandaron sin pudor con muchos jugadores en los metros finales, una presión asfixiante y una nómina interminable de centros al área. El Villarreal resistió 53 minutos, hasta que Lewandowski igualó la eliminatoria con su gol, pero el tanto de Chukwueze en el 88 consumó la machada de los castellonenses en Múnich.