La Liga de Campeones de Karim Benzema, lanzado hacia cualquier récord goleador previo y emblema de un equipo que jamás se da por vencido, también es la competición en la que en mayor número de ocasiones el conjunto madridista se asomó al abismo antes de rescatar un ADN especial y único que le permite seguir alimentando el sueño de la decimocuarta.

No se recuerda una Liga de Campeones pasada en la que el Real Madrid atravesase tantos momentos extremos en sus eliminatorias. Los ha repetido ante rivales de entidad y siempre ha logrado levantarse. Frente al Paris Saint-Germain y el Chelsea para salir victorioso. Contra el Manchester City está por ver su capacidad de mejora el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu con un ambiente que será especial.

Fue clave para dar la vuelta cuando todo estaba perdido ante el PSG. En una eliminatoria dominada por Kylian Mbappé, la grada del Bernabéu se encendió e impulsó a su equipo hacia una de esas remontadas que dieron forma a la leyenda de las noches mágicas europeas. Le sirvió media hora para bajar de la nube al eterno aspirante con un proyecto reforzado con Leo Messi para reinar, al fin, en Europa.

Aquellos tres goles de Benzema en pleno éxtasis, no fueron si no el primer paso de capítulos repletos de sufrimiento en un camino peculiar hacia París. El Real Madrid ha perdido cuatro encuentros de once en la competición. Y, aun así, está cerca del pase a la gran final.

Del poderío exhibido para conquistar por primera vez Stamford Bridge, pasó a la desconexión mental causada por dos tantos de ventaja y ver la eliminatoria volteada en el Santiago Bernabéu. Otra vez en el alambre con un 0-3 y mostrando los peores síntomas ante una afición que no creía lo que veía. Con solo un cuarto de hora para levantarse de la lona cuando parecía noqueado. Apareció el exterior de museo de Luka Modric y el idilio de Rodrygo con la Champions para provocar la prórroga y, como no, el tanto de Karim cuando el Real Madrid exhibió físico en la prórroga.

En el Etihad encajó dos tantos en apenas once minutos. De nuevo al borde del abismo. Hasta en tres ocasiones se levantó.