“Luis Díaz ha tenido un impacto increíble”, reconoció Jürgen Klopp. “Marcó la diferencia”, corroboró Andy Robertson. Con la decisiva aparición que tuvo el delantero colombiano al entrar en el descanso del partido ante el Villarreal, el Liverpool ya dio por amortizado el fichaje. Un nuevo acierto del cuerpo técnico y los scoutings del club inglés, que saltó a la primera, talonario en mano, para atarle en el mercado invierno.

“Llega en enero porque no podíamos permitirnos perderlo”, reconoció Klopp, convencido de que Díaz se adaptaría “física y mentalmente” al nuevo mundo que representaba el Liverpool y el fútbol inglés. “Es un jugador que tiene hambre de éxito y sabe que hay que luchar para conseguir lo que quiere”, explicó el técnico, “muy feliz” por la adquisición de ese refuerzo que revalorizaba la delantera al tiempo que le cubría las espaldas por la incertidumbre generada por Sadio Mané y Mo Salah, cuyos contratos acaba en 2023.

Brillaba Luis Fernando Díaz Marulanda (25 años) en su tercera campaña en el Oporto, con 14 goles y 5 asistencias en 18 partidos. Varios clubs andaban pendientes de él, entre ellos el Barça, y empezó a correr la voz de que al Oporto le urgía traspasarle. Por necesidad, claro. El Liverpool fue el más rápido. Otra vez.

Tenía información previa sobre El guajiro y dinero. Pagó 40 millones y se lo llevó, repitiendo la operación que tan bien le había salido con Luis Suárez (2011), Philippe Coutinho (2013) y Virgil van Dijk (2018) en los mercados invernales. Díaz debutó con una asistencia —Mané y Salah peleaban entre sí en la Copa África— y el miércoles salvó la papeleta con su crucial aparición en el descanso sustituyendo a un gris Diogo Jota. “La culpa no es de Jota, era de todos. Le hemos cambiado a él, pero no éramos nosotros. En la segunda parte lo hemos sido, y por eso ganamos”, explicó Klopp. Díaz logró el premio al mejor jugador del partido, pero el mayor premio era la clasificación para la final de la Champions, la tercera en cinco meses. Ganó la de la Copa de la Liga, y disputará la de la Cup.

“Mis características proceden de mis raíces. Mi fútbol es del pueblo donde me críe”, explicó Díaz, natural de Barrancas, que pertenece al departamento de La Guajira. Y en ese fútbol natural, salvaje, de supervivencia jugó hasta los 18 años. Su carrera cambió cuando Carlos Valderrama, el mito colombiano, le eligió para la selección que participó en la Copa América de Pueblos Indígenas de 2015 en Chile. Hizo historia en Villarreal al ser el segundo colombiano en anotar en una semifinal de Champions. El 28 de mayo, en París, puede dejar atrás a James Rodríguez.