Fútbol

Ana Junyent, la única entrenadora española de la liga femenina de Arabia Saudí: "El despliegue en cada partido aún no lo he visto en España"

La entrenadora catalana, que dirigió al Eibar en la Liga F, es la única española dirigiendo un equipo en la liga saudí femenina

Ana Junyent, dirigiendo una sesión de entrenamiento con el Al-Riyadh.

Ana Junyent, dirigiendo una sesión de entrenamiento con el Al-Riyadh. / EPC

Jordi Grífol

Hace cinco años, la mujer no podía hacer deporte en Arabia Saudí. Ahora, algunas son futbolistas profesionales que salen por televisión. "Nacer mujer en Arabia Saudí supone nacer con menos derechos que los hombres y vivir bajo un sistema de tutela masculina", indica Amnistía Internacional. Pese a eso, desde hace dos años están invirtiendo en desarrollar el fútbol femenino, y se postulan para acoger el Mundial femenino. Ana Junyent, entrenadora catalana que estuvo al frente del Eibar en la Liga F, dirige al Al-Riyadh desde hace tres meses, siendo la única preparadora española en la liga saudí femenina.

"De entrada dije que no", admite Ana Junyent a El Periódico de Catalunya, del Grupo Prensa Ibérica. Sin embargo, la acabaron convenciendo: “Cuando Soraya Chaoui - impulsora de la Women Soccer School Barcelona - viaja al país y me explica cómo funciona todo, mi concepto e idea de Arabia Saudí cambia un poco. Después de tres meses, la imagen que tengo es absolutamente diferente a cómo lo imaginaba”, explica.

De no hacer deporte a salir por la televisión

Las mujeres saudíes pueden jugar a fútbol desde hace solo cinco años, y la liga es profesional desde hace dos. El deporte es uno de los ejes principales del plan gubernamental 'Visión 2030', que busca abrir el país asiático a ojos del resto del mundo con medidas sociales y económicas 'aperturistas'. “Para las jugadoras saudíes esto es un sueño. No podían hacer deporte y ahora salen por televisión”, afirma. Pese a que aún hay algunas jugadoras sin contrato, el salario base de la liga es de 10.000 riales saudíes netos (2.450 euros mensuales), mientras que en España justo esta temporada las jugadoras consiguieron acordar un salario mínimo anual de 21.000 € después de dos jornadas de huelga.

“El despliegue que hay detrás de cada partido aún no lo he visto en España, exceptuando Barça y Madrid. Jugamos en los estadios donde disputan sus partidos los primeros equipos masculinos y la competición se da por televisión”, relata. La asistencia de público a los partidos es baja, aunque “no difiere de lo que pasa en la Liga F”: "Vienen unas 200-400 personas a ver los partidos. No hay diferencias entre hombres y mujeres, todos están en la misma grada. Obviamente, hay muchas mujeres tapadas, pero también te encuentras a muchas otras que ya no van completamente tapadas".

Por el momento, los equipos pueden tener a siete jugadoras internacionales y cuatro de ellas juntas en el campo. El año que viene, esta cifra podría aumentar con el objetivo de mejorar. "El nivel de la liga aún es bajo. La diferencia entre las jugadoras saudíes y las internacionales es muy grande. Tienen mucho trabajo que hacer a todos los niveles: coordinativo, cognitivo, táctico... pero están muy motivadas y tienen mucho interés, es muy gratificante entrenarlas", expresa.

Jugadoras que lo dejan por presión familiar

Estas jugadoras no lo tienen fácil. Algunas han tenido que dejar de jugar porque sus familias no se lo permiten. "Hay familias que no quieren que sus hijas salgan en las redes sociales y por televisión. Hay jugadoras que dejan de jugar por esto. Todo esto cambiará rápidamente, simplemente las familias se tienen que ir habituando a esto. Esta gente lleva toda la vida viviendo de una manera y en tres o cuatro años están haciendo un cambio muy bestia, asimilarlo no es fácil", explica.

"Comparado con hace cinco años, diría que casi es otro país. Tienen una cultura y una manera de hacer muy diferente, pero las cosas están cambiando mucho. A grandes rasgos, se parece al comportamiento en España de hace 50 o 60 años del qué dirán, donde las familias no te dejan hacer según que...", señala Junyent. "Nuestra aventura está siendo muy normal, nos han recibido con los brazos abiertos y con mucho respeto. La evolución del país será muy rápida y grande, y formar parte de esto nos apetece", añade.

La entrenadora catalana, que jugó nueve años en el Barça antes de pasar por el banquillo del Seagull de Badalona y el Eibar, también entrenó a equipos masculinos. Se ve entrenando en Primera División, donde aún no ha llegado ninguna mujer. "Acabará pasando seguro, pero aún queda mucho por hacer. En la Liga F solo hay tres entrenadoras de dieciséis. La mayoría de entrenadoras hemos tenido que irnos fuera", recalca. "Falta algún valiente que ponga una entrenadora en un equipo de Primera. Yo he dirigido a hombres y no le veo la diferencia, y creo que incluso tiene un valor añadido", asegura