fútbol

‘Spanish Wisla’, el equipo polaco que fichó a 12 españoles guiado por la IA

Nueve jugadores, dos técnicos y un director deportivo - Kiko Ramírez, secretario técnico, combina el ojo humano con los datos de un ‘software’ del propietario del club

Los jugadores del Wisla celebran un triunfo esta temporada. |  // BARTEK ZLOTOWSKI/WISLA KRAKOW

Los jugadores del Wisla celebran un triunfo esta temporada. | // BARTEK ZLOTOWSKI/WISLA KRAKOW / Denis Iglesias

Denis Iglesias

La plantilla del Wisla Krakow polaco (si se escribe “Cracovia” entienden que citas a su máximo rival, el KS Cracovia) podría ser fácilmente la de un equipo de LaLiga. En la portería, Álvaro Ratón; en la defensa David Juncà y Eneko Satrústegui; en el centro del campo Marc Carbó y Joan Román; y en la delantera Jesús Alfaro, el gallego Miki Villar, Ángel Baena y Ángel Rodado. Han llegado de la mano del tarraconense Kiko Ramírez, su director deportivo. Es más, en ocasiones el Wisla, que dirige el también español Albert Rudé (acompañado de su segundo Eric Lira para elevar la nómina hasta doce españoles), alinea a más futbolistas nacionales que algún equipo de la competición que dirige Javier Tebas.

Es un caso extraordinario para un club histórico en Polonia, el segundo con más títulos ligueros del país (14), solo superado por el Legia Varsovia (15) y empatado con el Górnik Zabrze. “Es una de las entidades más importantes, por lo que a pesar de estar en segunda —descendió en 2022—, la exigencia es máxima. Tenemos una masa social muy grande que llena el campo. Nuestra asistencia supera a la de los equipos de la Ekstraklasa (primera categoría). Tarde o temprano vamos a estar peleando ahí de nuevo. No hace tanto, en 2011, fuimos campeones. Por aquí han pasado grandes equipos como el FC Barcelona”, recuerda Kiko Ramírez, director deportivo del Wisla.

El tarraconense asumió su actual rol en diciembre de 2022 en la que es su segunda etapa en el club polaco. El 3 de enero de 2017 se incorporó al mismo, pero en calidad de entrenador. “Me llegó una oferta en plena Navidad. Recibí una llamada con un número de Polonia. Pensé que era una broma. Era Manuel Junco —otro español—, que por aquel entonces era director deportivo. Hacía un frío polar y el equipo estaba en primera, pero en una situación comprometida”, rememora Ramírez.

El Wisla llevaba muchos partidos en la zona de descenso. Sin embargo, tras fichar a varios jugadores que venían de la Segunda B española, el conjunto de Cracovia se metió en la lucha por los puestos europeos. Kiko Ramírez renovó por dos años más. “Una mala racha, como por la que puede pasar cualquier entrenador, acaba con mi destitución”, cuenta el entrenador tarraconense, quien a pesar del cambio de rol, sigue pensando como un técnico. La oportunidad como director deportivo apareció con el cambio de propiedad del Wisla.

A principios de 2019, el joven empresario polaco Jaroslaw Królewski inició una operación de rescate para evitar que el equipo cayese en la quiebra. Fue ganando participación y poder en el club hasta que en noviembre de 2022, el consejo de administración del Wisla nombró a Królewski, poseedor de casi el 54% de las acciones del club, presidente a este emprendedor, que ha hecho su fortuna a través de la Inteligencia Artificial. Es el CEO de Synerise, multinacional que se dedica a monitorizar el comportamiento de los consumidores y automatiza procesos industriales.

Królewski aplica los conocimientos adquiridos en su actividad empresarial al fútbol y es lo que explica, precisamente, que haya tantos españoles en el Wisla. “Nuestro dueño quiere modernizar el club y a la vez configurar una plantilla competitiva. Mediante la Inteligencia Artificial podemos buscar jugadores con buenos datos, pero que también se adaptan a nuestra situación económica. Esto nos permite saber cómo funciona la relación entre coste y jugador”, cuenta Kiko Ramírez.

Según el director deportivo español, estas herramientas se cruzan con el ojo humano. “Como mi mayor conocimiento es el fútbol español, filtramos los datos para conseguir los jugadores deseados”, añade. Su trabajo se ha vuelto más complejo conforme la categoría ha ido mejorando. El año pasado el Wisla se quedó a las puertas del ascenso, el único objetivo concebido por este histórico. Por tanto, si antes valían jugadores de Segunda B, ahora el listón ha subido: “Todos los que han venido han tocado ya la Segunda española”.

Ramírez tiene una complicación añadida para fichar, que es el calendario. En la Ekstraklasa (primera polaca) se lleva a cabo una primera vuelta muy temprana, que empieza en el mes de junio, y se prolonga hasta el 20 de diciembre. Los equipos no vuelven hasta mediados de febrero y la liga, si el Wisla juega un play off de ascenso, prácticamente se solapa con el inicio de la próxima. “Son apenas 15 días de descanso en los que tengo que renovar el bloque, haciendo hasta siete fichajes. Pero los mercados, digamos ‘normales’, no están funcionando y los jugadores no pueden salir antes del 30 de junio. Por lo que estás atado”, explica el responsable de la planificación del Wisla.

Los futbolistas aceptan las propuestas por varios motivos. “Entienden que es un buen trampolín y una buena liga. En España tienen tanta competencia para ellos que es muy difícil abandonar la Primera RFEF y consolidarse. Cracovia se ha convertido en una ciudad cosmopolita en un país con una de las tasas más altas de crecimiento de la UE (se ha moderado por la crisis de Ucrania)”, explica Kiko Ramírez. Y si bien es cierto que experimentan la presión de estar en un equipo histórico, esto también tiene su contraparte positiva: “Se sienten muy valorados, les piden autógrafos y a nivel mediático es similar a lo que se experimenta en un Real Madrid, Barça o Atlético. Les hace sentirse como jugadores de élite”.

Como explicaba el propio Ramírez, la apuesta por traer españoles empezó hace años, por lo que se ha ido construyendo un puente fluido entre ambos países. Los jugadores están cómodos con sus familias y el carácter abierto de Cracovia favorece su adaptación. Sobre si cuando vienen mal dadas hay una reacción contra los españoles del equipo, el director deportivo defiende que “lógicamente hay gente que pide que jueguen polacos, pero la otra gran mayoría considera a los españoles como buenos profesionales”.

Por tanto, la situación no difiere de lo que se puede experimentar en un equipo en cualquier parte del mundo. Es más Kiko Ramírez decirse más valorado en Polonia que en España. Frente a otros problemas transversales, como las redes sociales, el tarraconense pide “cabeza fría”. Todos los problemas se disuelven cuando “un campo de 35.000 personas corea tu nombre”. Además, la llegada de otros profesionales españoles a todos los estamentos del club responde también a una filosofía.

“En el filial tenemos también tres jugadores. El futbolista español está de moda. Para determinadas posiciones son ideales. Los anteriores entrenadores del equipo, que eran polacos, tenían una mentalidad muy española de tocar el balón y apostar por el juego de posesión. Por lo que queremos es ser un proyecto diferente en Polonia. Un lugar para cultivar un estilo diferente, con mentalidad joven y apoyado por nuevas tecnologías como la IA”. En definitiva, el Spanish Wisla quiere cambiar las reglas del juego, entendiéndolo y deconstruyéndolo, reivindicando el pasado y proyectándose al futuro para salir de una categoría que le es impropia.