A pesar de que las fuerzas estuvieron ayer igualadas entre el Borbolla y el Cuencas Mineras, un equipo marcó tres goles y otro solo uno. Y al final los números deportivos son claros. Gana el que perfora más veces la portería contraria. Da igual cómo. Al equipo asturiano le bastaron dos rechaces para abrir hueco en el marcador y después, una falta directa por una discutida tarjeta azul vista por Julia Cabanas, para declinar la balanza a su favor. El conjunto de Monte Alto, en cambio, tuvo más problemas para llegar a la portería contraria, aunque incluso se estrelló una vez contra el palo. Solo consiguió anotar Julia Cabanas, ya con el marcador muy en contra.Por más que lo siguieron intentando las de Monte Alto, su falta de gol les condenó a una derrota contra otro de los equipos también llamados a estar en la segunda fase de la competición para evitar el descenso.

Después de haber logrado su primera victoria de la temporada la semana pasada en Alcorcón, la plantilla dirigida por Santi Martínez viajó a Pola de Lena con esperanzas de mantener su escalada en la clasificación. Empezó fuerte el partido, con una bola al palo para las visitantes que pudo haber cambiado el devenir de los 50 mintuos. En cambio, fue el Cuencas Mineras el que no desaprovechó prácticamente la primera ocasión de la que dispuso. Una bola muerta que quedó en el área y un rechace que cazó Helena de Sivatte para poner el 1-0. Y el segundo, a los tres minutos, prácticamente calcado y con la misma protagonista de por medio para las asturianas.

Los dos goles no eran excesiva desventaja y el Borbolla siguió intentándolo pero en cambio se topó con el tercero. En una contra local, Julia Cabanas robó la bola de forma providencial, pero el colegiado entendió que con falta y además de la infracción le sacó tarjeta azul. Cuando en el equipo contrario hay una jugadora con la calidad de Alba Garrote, una falta directa es prácticamente una sentencia de muerte. La jugadora asturiana se sacó de la chistera un tiro por la espalda para batir a Fernanda Tapia.

En la segunda parte el Borbolla intentó arriesgar más para buscar una remontada a la heroica, pero le duraba poco la posesión de la bola parar armar ataques más elaborados. No le faltaron ocasiones. Pero solo Julia Cabanas, de nuevo protagonista, incluso para asistir a una compañera lesionada, acertó y para eso tuvo que insistir. Quedaban once minutos y otro tanto hubiese espoleado a las coruñesas, que incluso desperdiciaron un mano a mano frente a Paula Rey. Pasaron los minutos y el Borbolla no encontró más huecos. Dura derrota. Porque además el Girona se impuso al Las Rozas en un partido aplazado y le pasa en la clasificación, por lo que vuelve a ser colista.