Que el Barça no impida ver al Taradell. Una consigna que el Deportivo Liceo quiere tener muy presente esta tarde en el Pujoló (18.00 horas). Porque es imposible no pensar en la semana que viene y ese duelo que espera en el Palacio de los Deportes de Riazor frente a los azulgrana. Pero es fundamental llegar a él con la ventaja de tres puntos intacta. Y como el conjunto culé ya jugó ayer y ganó al Lloret la diferencia entre ambos se ha reducido a cero. De ahí la importancia de ganar en una pista en la que los verdiblancos ya perdieron el año pasado cuando también había mucho en juego.

Aprendió mucho el conjunto dirigido por Juan Copa de aquel partido, de aquella derrota. A no dar nada por hecho. A trabajar más y mejor si el partido no se te pone de cara. A pensar solo en el hoy y no en el mañana. Y la de esta temporada es una versión mejorada de la de la anterior. El Liceo es un equipo mucho más fiable a nivel defensivo, prácticamente inquebrantable, y en ataque con más recursos, también a bola parada, desde la llegada de Jordi Adroher. Salvo el traspié con el empate contra el Caldes, los liceístas no paran de ganar y ya llevan tres triunfos seguidos en 2021 (Reus, Lleida e Igualada) y por el contrario el Taradell lleva tres derrotas consecutivas (Voltregá, Palafrugell y Lloret).

A priori, entre ambos hay un abismo. Como el 15-1 que reflejó el marcador de la primera vuelta. El Liceo es líder con 46 puntos de 48 posibles. El Taradell marcha undécimo con 14. Los números no mienten. Unos han marcado 39 goles por los 78 de su rival; y otros han encajado solo 19 por los 73 que figuran en el casillero de los locales. Pero da igual todo esto porque cuando los árbitros den el pitido inicial es como si ambos partieran de cero. Nadie gana de antemano. Los verdiblancos respetan la pista y también a la escuadra catalana, en la que destaca un Dani Rodríguez curtido en mil batallas y que es un auténtico peligro tanto a bola parada como por su técnica individual.

Se trata en líneas generales de una plantilla experimentada y que en su feudo se hará más fuerte. Pero el Liceo solo puede pensar en sumar los tres puntos y salir indemne. Sin lesionados. Sin sancionados —Roberto di Benedetto lleva tres azules y si recibiera otra tendría que cumplir sanción contra el Barcelona—. Y entonces sí, ya se podrá pensar en el 5 de febrero. En el Barcelona en el Palacio de los Deportes de Riazor. Y en lo mucho, muchísimo, que hay en juego.