Masie James. |  // LA OPINIÓN

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Isabel Fontanarrosa. |  // LA OPINIÓN

Isabel Fontanarrosa. | // LA OPINIÓN

En el CRAT le ponen buena cara al mal tiempo. Así que si es Carnaval, sacan sus disfraces y caretas e intentan hacer de uno de los entrenamientos de la semana, una fiesta que ayude a olvidar un poco por todas las calamidades que les está tocando pasar esta temporada. Que si fuera poco con la pandemia, las restricciones, las pruebas que aumentan los costes, los contagios que ya les han hecho pasar dos cuarentenas —una a principio de temporada y otro en medio—, y el toque de queda que complica la compatibilidad deporte-trabajos-estudios, se toparon también con una tormenta de nieve, la burocracia que impide la llegada de sus jugadoras extranjeras, el Europeo que le roba a sus internacionales para los partidos que tiene que recuperar durante el parón y con unos trabajos de mantenimiento del campo de Elviña que les ha tenido dos semanas en el exilio. Y nada les borra la sonrisa, ni la ilusión, para afrontar esta tarde un partido crucial ante el Cisneros (16.00 horas) que marcará su devenir para el resto de la temporada: decir adiós al play off o afianzar sus esperanzas.

“Este equipo es de laboratorio”, se intenta explicar el entrenador Jos Portos sobre cómo ante los elementos siempre sacan adelante el proyecto que consolida al CRAT como uno de los clubs femeninos de referencia a nivel internacional, con dos título de División de Honor. Para muestra, un botón: cinco de las jugadoras elegidas en el quince ideal de la década de la selección pasaron por sus filas, cuatro made in la casa como Helena Roca, Vanesa Rial, Paula Medín y Berta García —también entró la ex Laura Delgado—, a las que hay que sumar a Mónica Castelo, Rocío García y Elsa Porto que también eran candidatas en las votaciones. La palabra que les define, cree el técnico, es la de “milagro”. Ya no de ahora, sino desde hace tiempo atrás.

Pero esta temporada todo da una vuelta de tuerca más. Hace tres semanas, las coruñesas se plantaron en Madrid para jugar contra el Olímpico después de dos semanas de confinamiento y lograron el triunfo, que no pudieron repetir hace dos en Sevilla. “Aunque las sensaciones fueron buenísimas. Eso sí, en la melé nos destrozaron”, reconoce el vasco afincado en A Coruña. Para recibir al Cisneros —también con una plaga de ausencias por las internacionales—, Roca y Portos mantienen las bajas de Castelo, Medín y Paula Requena, con la selección española en busca del sueño de ir al Mundial de Nueva Zelanda. Y a ellas se suman la inglesa Masie James y la argentina Isabel Fontanarrosa —fichada para sustituir la baja de larga duración de la venezolana Mariana Romero, operada de rodilla—, atrapadas en sus países. “Masie se fue a pasar la Navidad y aún no ha podido volver por las restricciones con Reino Unido. E Isabel, a pesar de tener el permiso del CSD, está pendiente del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país, que tiene el asunto parado y ella desesperada porque dejó su trabajo para poder venir”, explica sobre la situación de ambas.

Sobre el partido de hoy, pronostica que será “raro”. Por todas las bajas y porque llevan dos semanas sin pisar Elviña por unos trabajos de mantenimiento del campo y no saben cómo se lo encontrarán, situación agravada por las lluvias de los últimos días. No bajan los brazos pese a que el objetivo de este equipo es más a medio y largo plazo. “Este año es para hacer equipo. Pero si ganamos tenemos opciones a estar en el play off y si perdemos decimos adiós... y no vamos a renunciar”, avanza. El partido tenía que haberse jugado hace un mes, pero pilló al CRAT en plena cuarentena. Hasta tres tuvo que aplazar, el primero por la tormenta Filomena en Madrid y los dos siguiente por el coronavirus, lo que le obligó a ponerse al día durante el parón ya programado para los compromisos de la selección española, por lo que problema doble por no poder contar con las internacionales, pilares del equipo. Después le tocará descanso (competitivo) ya hasta la primera semana de marzo.