De una semana a otra, la felicidad absoluta que acompañaba al coruñés Carlos Arévalo al ganar el selectivo para los Juegos de Tokio en el K1 200 metros se ha transformado en incredulidad al ver cómo el proceso de selección del K4 500 fue paralizado ayer tras las acusaciones de favoritismo y juego sucio para beneficiar, tanto por parte del técnico Miguel García como por la de Craviotto y Arévalo, con plaza fija, a Cooper y Germade en detrimento Toro y Garrote. La embarcación que tenía que hacer su prueba ayer, la formada por Craviotto, Cooper, Arévalo y Toro, no salió al embalse de Trasona. “Los deportistas, después de todo este maremágnum, no están en condiciones de aportar el 100% en cada prueba, de manera que la información que íbamos a obtener no nos sirve”, dijo el entrenador. Aunque en un principio los test no se iban a retomar, por la tarde la Federación Española confirmó que sí continuarán según lo previsto con la intención de dejar cerrado esta misma semana el K4 que irá a la Copa del Mundo de Szeged, en mayo, que además clasificará directamente para Tokio si logra medalla.

El proceso de selección del K4 500 constaba de dos carreras contrarreloj para las tres embarcaciones posibles, formadas con los seis aspirantes para los cuatro asientos a partir de distintas pruebas realizadas a lo largo de los últimos meses. El coruñés Carlos Arévalo, además de tener la plaza garantizada por ser el ganador del K1 200, obtuvo los mejores tiempos en los test tanto de 200 como de 400 metros. Por eso estaba en las tres combinaciones en las que no solo se intentan reunir potencia sino también resistencia. La semana pasada, los tiempos señalaron al K4 que es el vigente subcampeón del mundo, el formado por Craviotto, Cooper, Arévalo y el cangués Rodrigo Germade, como el más rápido, cuatro segundos mejor que los integrados por Craviotto, Garrote, Arévalo y Toro, y Craviotto, Cooper, Arévalo y Toro. Algo que, según los críticos, el expresidente de la Federación Española y el presidente del Fluvial de Lugo, club de Cristian Toro, es sospechoso, por lo que piden una investigación y un cambio en los criterios de selección.

Toro, campeón olímpico en Río junto a Craviotto, se bajó del K4 en 2019 por agotamiento. Eso permitió la entrada de Arévalo que, avatares de la vida, había sido su compañero antes de ser sustituido en 2016, en un proceso de selección interno parecido a este, por el propio Craviotto. El coruñés recibió el golpe sin estridencias ni una palabra más alta que la otra. Y esperó su oportunidad que se ganó con el pulso de sus paladas.