Quién mejor para romper con el maleficio de Pumarín que el mago Zach Monaghan. No estaba siendo su mejor partido en ataque. Llevaba apenas un 20% de acierto en tiros de campo. Después de que el Leyma fuera por delante todo el choque, incluso con 17 puntos de ventaja, el Oviedo se había puesto por delante en el marcador (69-68) por primera vez en todo el partido a falta de 13 segundos. Pero en un final apretado, el base estadounidense encuentra el modo de sacar la varita. Canastón de un jugador para el que muchos aficionados naranjas ya piden una calle. Quedaban dos segundos, los locales lo intentaron, incluso pidieron falta. Pero la bocina sonó. Primera victoria en Pumarín. Dos de dos para el Leyma. Y a semifinales, donde ya espera rival que saldrá del ganador de la eliminatoria entre el Granada y el Murcia.

El Leyma marcó terreno desde el principio. Las penetraciones de Dago Peña están siendo imparables y el dominicano no dejó de atacar. Encima forzó dos faltas seguidas del hombre con más experiencia de los locales, Oliver Arteaga. Un triple de Javi Vega tras un robo de Monaghan suponía el 2-10 que podría haber sido incluso más sangrante si los naranjas no hubiesen fallado cuatro tiros libres en los primeros minutos. El Oviedo despertó tímidamente de la mano de Frey, que ya había sido el más destacado en A Coruña y que se mantuvo en racha con dos triples seguidos nada más entrar en pista (14-17). Respondió Matulionis desde el tiro exterior para el 16-21 al término de un primer cuarto que solo fue el calentamiento.

Nwogbo acumulaba dos faltas, McGhee una. Sergio García decidió salir sin referencias interiores —Vega y Jakstas eran sus hombres altos— en el inicio del segundo parcial, que se abrió con un 0-6 a favor del Leyma (16-27) que dejó muy tocado al Oviedo. Los asturianos estaban desbordados, muy precipitados. Los naranjas, en cambio, dominaban el rebote aunque no podían sacar provecho apenas de sus segundas oportunidades. Pero su superioridad era tal que a poco que pudo ir sumando, sobre todo apoyo en Dago Peña, el conjunto coruñés fue abriendo poco a poco la brecha hasta que un triple de Matulionis que ponía la máxima diferencia (22-39), aunque esta bajó un poco antes del descanso (28-41).

Esa misma ventaja de 17 volvió a lucir en el marcador en el inicio del cuarto (30-47). Pero entonces el Leyma sufrió un apagón. Tampoco es que el Oviedo estuviera apretando demasiado, pero en el segundo cuarto su estado había sido el de incomparecencia. En cuanto mejoró en el rebote y apretó un poco en defensa y a los naranjas les temblaron las piernas. Si no llega a ser por un triple de Gaizka Maiza, que lideró y asumió responsabilidades, el parcial hubiese sido de escándalo (13-5). Los locales ya estaban ahí, bajando por primera vez de la barrera de los diez puntos (43-52). Otro triple del base vasco no solo permitió al Leyma volver a respirar sino que además provocó la expulsión del entrenador local Natxo Lezkano, con su segunda técnica. Los diez minutos finales se abrían con ocho de ventaja (50-58). Los tiros libres también fueron decisivos, con 9 a favor del Oviedo y solo 3 para el Leyma.

Un 10-3 de arranque en el inicio del último cuarto, con dos triples para los asturianos, dejó la diferencia en un solo punto (60-61). El final iba a ser de infarto, con la sombra del maleficio en Pumarín pesando para los coruñeses. Monaghan no estaba en ataque, sí en defensa. Robaba y propiciaba contras, pero fallaba sus tiros. Igual que Dago Peña desde la línea de la personal. El único acertado era Javi Vega, que con un triple para un 62-66 que. Pero en momentos de máxima tensión, el Leyma cometió muchos errores. Demasiados. Pérdidas de balón. Una técnica infantil a Matulionis. Fue una vida extra para el Oviedo y Spieght atacó con 23 segundos en el electrónico. Marcó un canastón que ponía a los locales por primera vez por delante (69-68). Pero dejó 13 segundos, tiempo suficiente para que Monaghan hiciera su magia. 

Tres partidos con presión local

El Murcia y el Granada juegan hoy (21.00 horas) el segundo partido de su eliminatoria de cuartos de final del play off de ascenso a la ACB, de momento favorable a los andaluces, que se llevaron el primer asalto (73-69) y ahora intentarán cerrar la serie lo antes posible mientras que los locales, con el pabellón Príncipe de Asturias a su favor, necesitan ganar para forzar el tercer partido, que volver a ser en Granada. El vencedor será el rival del Leyma en semifinales. Según su entrenador Rafa Monclova, el Murcia debe tener en casa “el colmillo” que le faltó en el estreno, en el que los murcianos vieron truncada una racha de seis triunfos seguidos. El técnico local podrá contar con todos los efectivos de su plantilla y espera mejorar el nivel: “En el tercer cuarto dimos un paso atrás y el equipo no estuvo sólido y eso lo aprovechó el rival con sus individualidades”. “Nos faltó consistencia, hambre, energía y valentía, ese colmillo que es necesario cuando juegas por el ascenso”, señaló. En los otros dos partidos de cuartos de final, situación idéntica, con los equipos que juegan como locales contra las cuerdas tras perder el primer duelo y los visitantes intentando cerrar cuanto antes el pase a semis. Es el caso del Palma-Breogán (20.30 horas) —con victoria lucense (82-72) en el primero— y del Alicante-Castellón (20.45 horas) —(78-70) hace tres días—.